Gallardía y colores… no más

Por Victoriano Martínez

La transformación de la gallardía continúa… al menos en el color.

Cuando el 22 de febrero Ricardo Gallardo Juárez anunció un movimiento nacional unificador de las izquierdas –haya querido decir lo que haya querido decir con eso– aseguró que “si este movimiento tuviera color, sería el rojo, como su corazón”.

Y hubo quienes apostaron a que el amarillo del rayo gallardizador se tornaría rojo.

Sin embargo, la escena en la colonia Cactus durante la inauguración de la primera de 10 farmacias simi-saludables apunta hacia otros colores, aunque se mantienen las mismas líneas de acción: los beneficios clientelares.

En la imagen que identifica al nuevo programa aparecieron el azul y el verde, que también fueron los colores de los globos repartidos entre la gente invitada al acto. No más globos amarillos.

Lo único amarillo fue el listón, cuya participación en el acto sólo fue para terminar tijereteado y listo para ser depositado en la basura.

No importó que se trate del color del partido del alcalde en funciones. Total, es un soldado de la gallardía y para la gallardía el PRD ya sale sobrando.

Y como el amarillo está de salida, para despedirlo resultó que no se combinó con el magenta para lograr el rojo, como se creyó, sino que lo hizo con el azul y resultó el verde. Extraño juego de combinaciones que hoy dejaron para las farmacias del clientelismo como colores de identidad el azul y el verde.

Pero sólo de los colores se puede hablar en la transformación de la gallardía.

Por lo demás, no pierde su esencia caciquil y clientelar.

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