Por Antonio González Vázquez
“A un año de administración perredista en la capital potosina, están reprobados en el semáforo delictivo, con gastos millonarios discrecionales y una rendición de cuentas nula, los ciudadanos exigen un informe apegado a la realidad y sin sesgo de cifras disfrazadas”, evaluó el Partido Acción Nacional ante el Primer Informe de Gobierno del alcalde Ricardo Gallardo Juárez
En ese sentido, respecto del Informe, Maximino Jasso Padrón, dirigente panista en la capital, demandó “no más circo, maroma ni teatro”.
“Los ciudadanos exigiremos un informe de actividades congruente con la situación que vive el ayuntamiento actualmente, un informe austero y ante todo con información clara sobre la situación que guardan las finanzas municipales, toda vez que se desconocen gastos específicos ejercidos, los beneficiarios y el trabajo que se ha hecho en las delegaciones, en donde a nuestro parecer no existen acciones de gobierno municipal”, dijo.
El partido estará atento a lo que tenga que informar el presidente municipal y desde la fracción panista realizarán un contraste entre el informe presentado y los datos con los que cuentan, para dar una perspectiva verdaderamente integral a la ciudadanía.
Advirtió que a pesar de que el edil aseguró que ha cumplido con el 80 por ciento de sus compromisos de campaña, los resultados son apenas visibles, lo cual demuestra que dichos compromisos son de muy corto alcance.
“Vemos una administración debilitada por conflictos con proveedores, desde VIGUE hasta los locales, una ciudad donde han incrementado actos delictivos y la protección civil pende de un hilo con simples lluvias de temporada; incertidumbre en las direcciones del ayuntamiento, donde experimentar con perfiles inadecuados ha llevado a tener que hacer cambios con una frecuencia indebida”.
Además, se suma el dispendio de recursos en programas sociales con nula transparencia, gastos discrecionales, adjudicaciones directas, abuso del dinero público para propaganda personalizada e ilegal, purificadoras pagadas con el erario que en 10 años serán propiedad de particulares desconocidos, o las despensas que no se sabe a dónde llegan y de qué manera se distribuyen.
Estimó que un año es tiempo suficiente para que el edil demostrara su capacidad a cargo del municipio más importante del estado “los ciudadanos merecen respeto de sus servidores públicos, en cuanto a transparencia, rendición de cuentas y acciones de gobierno serias; no basta con informar obras ajenas o pintarlas de amarillo, como en el caso de los centros comunitarios, que sí administra el municipio pero son obras de gobierno federal”.
Finalmente expresó que aunque en estos momentos en el ayuntamiento se indica que se van a despedir a los malos funcionarios e incluso que se bajarán los sueldos, éstas, sólo representan medidas populistas, nada extraordinarias y no simbolizan la gestión eficiente y disciplinada económicamente que requería la comunidad potosina.