Gallardo y el conflicto laboral: por fotografías no para

Por Victoriano Martínez

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona, luego de dos olas de despidos injustificados en contra de burócratas sindicalizados, ya cuenta con fotografías en las que se le ve en un trato cordial con las dirigentes de los dos sindicatos que se mantienen en plantón frente al Palacio de Gobierno prácticamente desde el inicio de la administración.

No podía ser de otra manera cuando se trata de un gobernador que privilegia la proyección de imagen por las mil palabras que pudieran representar, aunque los antecedentes y la información posterior en torno a esas imágenes pudiera distar mucho de lo que con ellas se pretende aparentar.

Al menos en el caso de la fotografía del 8 de noviembre, en la que aparece sentado frente a Bernardina Lara Argüelles, lideresa del SUTSGE, a pesar de la cordialidad que ahí se puede ver, en los días siguientes quedó claro que se trató de una maniobra en la que Gallardo Cardona sólo estuvo en la reunión lo indispensable para que se tomara la imagen.

Al día siguiente, el gobernador aseguró que habían acordado el retiro del plantón del sindicato mayoritario, lo que fue desmentido por Lara Argüelles y por la permanencia, hasta ahora, de la protesta.

Con ese antecedente, este martes Gallardo Cardona publica en su página de Facebook la imagen con Francisca Reséndiz Lara, lideresa del SITTGE, con la siguiente afirmación:

“Para jalar juntas y juntos al nuevo San Luis Potosí, nos reunimos con líderes sindicales. Trabajaremos de la mano en mesas de trabajo para resolver problemas sindicales. La meta es clara: el bienestar de la gente trabajadora de San Luis”.

Ninguna información adicional. Ni en los diez boletines distribuidos a los medios de comunicación este martes, ni por parte de la dirigencia del SITTGE. Quizá hoy se conozca más información sobre lo ocurrido en esa reunión y se despejen las dudas que surgen tras el antecedente de la imagen con la dirigencia del SUTSGE.

Por lo pronto, no está de más repasar la ruta seguida por Reséndiz Lara hasta este encuentro, a partir del punto más álgido del conflicto: la denuncia de amenazas y el temor por su vida que transmitió en videos el pasado 21 de noviembre, en los que responsabilizó a Gallardo Cardona de lo que le pudiera pasar a ella, a su familia y a sus compañeros del SITTGE.

“Sobre todo por la persecución que ha hecho el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona en San Luis Potosí por el simple hecho de haber levantado la voz hacia la defensa de los derechos de los trabajadores, hacia la defensa de los compañeros policías discapacitados.

“He señalado los desvíos que se ha hecho en el gobierno en estos dos casi dos meses del nuevo gobernador Ricardo Gallardo, y lo que he recibido son amenazas y persecuciones, temo por mi vida y por la de mis compañeros que hemos sido amenazados”, señaló en aquel momento.

Una confrontación que incluyó una “Cruzada de solidaridad en defensa de la vida de Francisca Rezéndiz Lara dirigenta sindical”, promovida por la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de Servicios Públicos de la Federación Sindical Mundial.

Para el 20 de enero, la persecución denunciada dos meses antes habría amainado, al grado que le permitió abordar a Gallardo Cardona frente a la Plaza de los Fundadores y tener un breve diálogo del que aparentemente se derivó el inicio de negociaciones.

Aunque no fueron imágenes estrictamente de confrontación, no reunieron los requisitos de cordialidad para que fuera Gallardo Cardona quien las presumiera en sus redes sociales.

Tras aquel encuentro hubo reuniones con funcionarios, pero no avances. “Ahorita sólo hay apertura”, aseguró Reséndiz Lara el pasado 10 de febrero, y señaló que el diálogo se encontraba en pausa.

Doce días después es Gallardo Cardona quien difunde una fotografía, ahora sí con el requisito de proyectar una imagen de cordialidad, pero sin mayor información. Tras fracasar con la imagen del SUTSGE en noviembre, ahora pareciera querer proyectar mayor entendimiento con el SITTGE como vía para dividir a los burócratas, en su presunto intento por “destruir” a los sindicatos.

Es decir, otra vez la proyección de imagen con el sello de esos asuntos que se tratan en privado y que las declaraciones y lo hechos de los siguientes días revelan lo que realmente ocurrió en el encuentro.

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