Por Victoriano Martínez
Hoy es 25 de febrero de 2020, aunque el fiscal General del Estado, Federico Garza Herrera, haya protagonizado una declaración con apariencia de déjà vu, salvo porque no es una sensación de que sus declaraciones las haya pronunciado con anterioridad, sino que existe la certeza y el registro de que declaró lo mismo el 25 de febrero de 2018.
Esta vez el Frente Ciudadano Anticorrupción (FCA) no llevó pastel a la Fiscalía General del Estado para conmemorar el segundo aniversario de la denuncia por enriquecimiento ilícito en contra de Ricardo Gallardo Juárez y su familia, pero Garza Herrera aportó un pronunciamiento con apariencia de sketch conmemorativo.
“No habrá impunidad, dice Fiscal sobre demandas del FCA”, encabezó la nota El Universal San Luis Potosí. En el periódico Pulso, la nota se presentó así: “Fiscalía General recibe denuncias vs. los Gallardo / Promete el fiscal sanciones en caso de que se prueben hechos ilegales”.
Este lunes, un día antes de que se cumplieran dos años de que Garza Herrera usó con precisión las mismas tres palabras –“no habrá impunidad”– no sólo coincidió en volverlas a usar, sino que en sus declaraciones ante la protesta del FCA por dos años de impunidad en el caso, prácticamente revivió aquella postura en sus declaraciones y hasta en el boletín oficial de la Fiscalía.
“El funcionario estatal anunció que se reunirá con integrantes del FCA”, señala la nota de hace dos años en el periódico Pulso.
“Asimismo informó que espera reunirse esta semana con las personas que integran el Frente Anticorrupción para dialogar con ellos y se les pueda explicar los pasos que se están llevando a cabo, las implicaciones que tiene y el alcance que pudieran tener estas acciones”, reportó hace dos años El Universal San Luis Potosí.
“Además, mencionó que, en próximos días, se reunirá respetuosamente con voceros del Frente Ciudadano Anticorrupción (FCA)”, dice el comunicado oficial de la Fiscalía General del Estado de este 24 de febrero de 2020.
Y como si la denuncia no se hubiera presentado el 23 de febrero de 2018, sino el domingo pasado, Garza Herrera señaló que en la reunión que sostendrá con los denunciantes se les informará qué falta para que, en su caso, puedan aportar más pruebas, porque “el hecho de poner la denuncia no quiere decir que existan elementos, hay que aportarlos”.
Después de 24 meses, Garza Herrera exhibe que vive en un bucle de no habrá impunidad para enfrentar cualquier reclamo sobre su inoperancia y negligencia, cual si el gobernador Juan Manuel Carreras López lo hubiese programado así para que no le fallara como fiscal carnal que le garantice la única eficacia que muestra: hacer prevalecer el pacto de impunidad.
Si algún avance hubo en la integración de la Carpeta de Investigación, las esperanzas de que la Fiscalía General del Estado ejerza acciones en contra de los denunciados se diluyen ante el inequívoco acto de Garza Herrera de presionar la tecla reinicio, y colocar los asuntos en el punto de partida como su principal argumento de defensa para aparentar que cumple su función.
Una postura que resulta tan cínica, que antes que apariencia de déjà vu tiene todas las características de un agravio adicional a la sociedad, a la que convocan a adoptar la cultura de la denuncia, cuando ésta primero tiene que luchar para romper esos viciosos bucles en los que se protegen funcionarios tan irresponsables.
