El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
Sin glosa, como siempre, las comparecencias fueron otra cosa. La simulación que montaron tan poco sirvió para que aparentaran ser un contrapeso del Poder Ejecutivo que aquello fue más una ceremonia de culto a través de intercesores, que un acto republicano de rendición de cuentas. Una sala Manuel Gómez Morín en el Congreso del Estado convertida en templo de la sumisión, que a los reporterillos de Astrolabio no les quedó más que ver el escenario real en el que recibieron a los funcionarios compareciente.