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Por: Antonio González Vázquez
El Bronco se robó el show. A decir de Jaime Rodríguez, la mejor forma de gobernar es no haciendo “pendejadas” y en Nuevo León yo no las voy a hacer, ya otros las hicieron y la gente ya no quiere que eso siga así. Antes y después de la ceremonia de toma de protesta de Juan Manuel Carreras como gobernador del estado, el Bronco acaparó la atención, opacó los demás. Todos querían una foto o un selfie y el regiomontano les dio gusto.
Las pendejadas del gobierno se hacen en todos lados, ilustraba el Bronco y se le acotó, también en el gobierno federal con Peña? Y contestó, bueno eso no lo sé, lo que yo sé es que no voy a hacer pendejadas.
No muy lejos de ahí, otro que repartía abrazos, sonrisas, apretones de manos y apapachos era Manlio Fabio Beltrones, el otro que también se robó cámaras a la clase política instalada en el nuevo gobierno.
El líder nacional del PRI defendió al presidente Enrique Peña Nieto porque la responsabilidad de los hechos lamentables de Ayotzinapa no es de él sino del gobierno perredista de Guerrero. Confió en que la desaparición de los estudiantes de la Normal Isidro Burgos se aclare en aras de la verdad y la justicia. El PRI, dijo, en ese tema apoya ampliamente al presidente.
Manlio Fabio se apresuró para apagar cualquier intento de destape de candidatos a la presidencia rumbo al 2018, esta prohibido hablar de eso, señaló.
También cerca de ahí, a unos metros de la tribuna utilizada por Carreras López para rendir protesta, el ex presidente del PRI y actual líder de la bancada del tricolor en la cámara de diputados, garantizó que Carreras será un buen gobernador, pero evadió hacer un juicio sobre Fernando Toranzo.
Disminuido, Gonzalo Martínez Corbalá no hallaba camino para salir del salón del Centro de Convenciones. Enfermo y con un andar lerdo, el ex gobernador interino al ser cuestionado sobre el desempeño del ahora ex gobernador Toranzo, preguntó ¿cuál gobierno?
¿Carreras fue su alumno, cree que será buen gobernador, qué le sugiere? La verdad nada, es un muchacho muy inteligente dijo el ingeniero con voz apenas audible.
Mientras un grupo de mujeres arropaba a Martínez Corbalá para que no lo fuera a empujar la gente, Mario García Valdez recibía saludos que más bien parecían un sentido pésame: ¿Cómo estás Mario, qué vas a hacer?, le preguntaban y el edil respondía, “la verdad es que estoy bien, ando bien, todo va a salir bien, estoy tranquilo?, pero algo le verían que le volvían a preguntar ¿Pero de verdad, vas a estar bien, Mario?
La ceremonia de toma de posesión había terminado sin una sola ovación durante el discurso de Carreras, solo aplausos débiles de un auditorio frío o como diría Peña, es que sé que aquí no aplauden.
En primera fila todos los ex gobernadores desde Florencio Salazar Martínez hasta Marcelo de los Santos, pasando por la presencia de la viuda de Leopoldino Ortiz Santos y antes Carreras se acorrido de Carlos Jonguitud Barrios y de Salvador Nava Martínez.
Todo tan correcto, tan políticamente correcto que el gobernador se tardó exactamente doce minutos en pasar lista a sus invitados. Carreras estaba eufórico y fraseó su discurso con precisión, sin equívocos. Hacía pausa en espera de la ovación que nunca se desgranó y que limitó al aplauso tímido del que no acaba por despertar pasiones ni entusiasmo. Fue como cuando la plaza llena hasta los topes le queda grande al matador que se achica ante el grito de la multitud.
El gobernador ya se reunía con el gabinete para presentarlo y los priístas seguían encantados con El Bronco que, desde que llegó y hasta que se fue, hizo ver a los políticos potosinos como seres apenas insignificantes.
Llegó con Adolfo Micalco a su lado y también con Felipe Aurelio Torres, ambos de sentido rencor al ex gobernador Toranzo. Todas las miradas volteaban hacia él y Micalco lo disfrutaba también.
Cuando la comisión de cortesía de diputados fue por Carreras y Toranzo para dar inicio a la sesión, llamó la atención que Fernando Toranzo fue sin la doctora María Luisa Ramos y que el único diputado que lo acompañó fue Fernando Chávez, los demás lo dejaron entrar solo.
Ya todos saben que se acabó el gobierno y también el matrimonio comentarían algunos invitados cercanos al gobierno.
Del gobierno que terminó, Alejandro Zapata dijo que peor no nos podía ir de nuevo y calificó al de Toranzo como el peor gobierno que ha habido en San Luis Potosí. Del nuevo gobierno, consideró que el gabinete no está mal, aunque aclaró, por ahí hay algunos prietitos en el arroz.
De salida del Centro de Convenciones, el ex gobernador Fernando Silva Nieto declinó hablar del gobierno de Toranzo porque dijo, eso ya lo está juzgando la gente y eso no tiene remedio.
