Abelardo Medellín
El Gobierno del Estado aún adeuda 400 mil pesos en ministraciones no pagadas desde 2023 a la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP), organismo que buscará solicitar más recursos para subsanar este problema financiero.
El comisionado presidente, David Enrique Menchaca Zúñiga, informó que esta semana ha buscado una reunión con el titular de la Secretaría de Finanzas (Sefin), Omar Valadez Macías, para “sensibilizar” a la dependencia de la situación de la CEGAIP.
“Nos sucede a todas las instituciones, un poquito ahí batallando con el tema (…). Para nosotros es importante que se tome en cuenta las ministraciones pendientes para nosotros también poder salir con nuestros compromisos”, comentó.
Menchaca Zúñiga confirmó que, del año pasado, el Gobierno aún les adeuda 400 mil pesos en ministraciones, cifra que calificó de ser “pequeña”.
El comisionado adelantó además que la pretensión de la institución es solicitar entre dos y tres millones de pesos extras para el ejercicio de este año, con la finalidad de cubrir ciertos gastos.
Menchaca Zúñiga añadió que la CEGAIP comprende y suscribe el ejercicio de austeridad en el gasto que han presumido las instituciones de Gobierno, pues durante los últimos cuatro años las medidas de austeridad han afectado los sueldos de los trabajadores de la CEGAIP.
“A nuestros trabajadores, en cuatro años, no les hemos aumentado ni lo que les corresponde por ley, entonces, eso creemos que se traduce en ser sensibles a la austeridad. La hemos llevado también con el Gobierno, pero sí es importante que nos ayude la Secretaría de Finanzas”.
No obstante, el comisionado aceptó que el recurso extra que se solicitará no será para cubrir sueldos, sino para el gasto corriente.
“Gasolina, arrendamiento, papelería, de toners, lo más básico que requiere una oficina pública para funcionar, para eso venimos tocando la puerta de la secretaría”.
El comisionado añadió que derivado del impago de Gobierno a la CEGAIP, esta se ha visto en la necesidad de “jinetear” a sus proveedores, a quienes, según el dicho de Menchaca Zúñiga, se les ha hecho la promesa de pagarles montos adeudados una vez que la Sefin libere las ministraciones.