Antonio González Vázquez
Los días luminosos que acompañaban los propósitos caciquiles de la Gallardía, encontraron un sorpresivo e insalvable dique en Claudia Sheinbaum Pardo.
La familia Gallardo no podrá permanecer en el poder en una elección consecutiva. Pretender hacerlo, sería tanto como ir en contra un designio presidencial.
Lo podrán buscar en el 2027, pero con un costo político que, a futuro, los conducirá a la ruina en un país que avanza con firmeza a un cambio total de régimen. Ya nada será como antes, hay nuevas reglas políticas y pronto legales.
El segundo piso de la transformación obligará a la clase política y partidos a actuar con un verdadero sentido democrático para dejar atrás vicios que los pervertían.
La desmedida ambición por perpetuarse en el gobierno no va más, la concentración del poder en una sola familia será desterrado.
En el año 2012, Ricardo Gallardo Juárez le heredó la alcaldía de Soledad de Graciano Sánchez a su hijo, José Ricardo Gallardo Cardona.
Ese es uno más de los múltiples casos similares que se han presentado en San Luis Potosí desde hace muchos años en diversos municipios, sin embargo, a nivel nacional hay otros en los que el miembro de una familia deja le deja el cargo a otro consanguíneo: en Zacatecas, la familia Monreal y en Coahuila los Moreira.
Una de las cien promesas de la presidenta Sheinbaum en su plan de gobierno, es sepultar la ignominiosa práctica del nepotismo. Para ello, impulsará la prohibición de suceder a un familiar directo en los cargos de elección popular.
El pasado día primero de octubre, luego de recibir la Banda Presidencial y de rendir protesta ante el Congreso de la Unión, en el Zócalo de la Ciudad de México enlistó los 100 compromisos para el sexenio.
“Enviaremos una iniciativa de reforma constitucional para recuperar el principio democrático de no reelección, para que a partir de 2030 ningún puesto de elección popular pueda ser reelecto. Impulsaremos la prohibición de suceder a un familiar directo en los cargos de elección popular. No al nepotismo”, proclamó para el onceavo compromiso.
No es que se trate de una iniciativa con dedicatoria, aunque bien visto, en la Gallardía se pueden poner el saco y darse cuenta de que les sienta a la medida.
Un par de días después del anuncio precisó sobre el tema para no dejar lugar a dudas: “Lo estamos trabajando, pienso que es esencialmente para el ejecutivo; presidencias municipales, gubernaturas y presidente o presidenta de la república”.
Explicó que “el transmitir el poder a un familiar directo me parece que evita la posibilidad de que otros participen, y me refiero a lo inmediato. Si quiere participar un familiar directo, pues que se espere tres o seis años”.
La Consejería Jurídica de la Presidencia Ernestina Godoy Ramos, trabaja desde el primer día del nuevo gobierno en las iniciativas de reforma anunciadas por la presidenta. El objetivo, es turnar un paquete de propuestas al legislativo para que sean discutidas y aprobadas durante el actual período ordinario de sesiones.
Lo que la presidenta fraseó en su discurso fue apenas un esbozo muy general. Planteó que las reformas aplicarían a partir de 2030, es decir, que no alcanzaría a los comicios locales de 2027 en San Luis Potosí.
Sin embargo, sus propuestas están en su etapa de estudio e integración final, por lo que no es descartable que sufra modificaciones para poder implementarlas a partir de 2027. Incluso, de no ser así, en su momento, en comisiones de la Cámara de Diputados será posible hacer los ajustes que juzguen convenientes las y los legisladores.
La presidenta tiene prisa en concretar sus propuestas ofrecidas a la nación y en el caso de las iniciativas para la no reelección y contra el nepotismo, saldrán sin ningún problema pues la cuarta transformación tiene la mayoría calificada para reformar la Constitución.
Cuando esas iniciativas lleguen a las cámaras, cabe preguntarse: ¿cuál será la postura de las pollo-bancadas?
Difícil y delicada decisión, pues avalar las propuestas presidenciales será tanto como ir en contra de las ambiciones de la Gallardía.
Votar en contra, los exhibiría ante toda la nación y les significaría una mancha imborrable a los ojos de la presidenta Sheinbaum.
El grupo político que encabezan el gobernador, así como su padre está literalmente en un callejón sin salida.
Sus cartas fuertes a la gubernatura dentro de tres años son familiares directos del mandatario: su esposa, la senadora Miriam Ruth González Silva y su papá Ricardo Gallardo Juárez.
De concretarse esas reformas con ajuste al 2027, la familia Gallardo se quedaría sin candidatura y vería frustrado su sueño de que el hijo herede la gubernatura a su esposa o a su padre.
Al mandatario no lo debe calentar ni el sol en estos días.
La noción inicial de la propuesta es sencilla: transmitir el poder a un familiar directo, evita la posibilidad de que otras y otros participen.
Con ello, no anula las aspiraciones de familiares directos del gobernador, del alcalde o de la presidenta o presidente de la república en turno, pues como dijo Sheinbaum: si quieren participar, pues que se esperen tres o seis años.
Así de claro.
Así es como tendrían que entenderlo en la Gallardía.
Aunque el tema apenas está en etapa de desarrollo, no pasará mucho tiempo para que se concrete y se convierta en ley, pero de acuerdo con lo postulado inicialmente por la presidenta, en México el nepotismo será erradicado al prohibirlo desde la Constitución.
Por si las dudas, el gobernador y su partido no harían mal en ir cerrando el capítulo de su proyecto transexenal y empezar a buscar, entre sus escuálidos cuadros un perfil competitivo para aspirar a retener la gubernatura en el 2027.
De entrar en vigor la reforma hasta el 2030, el gobernador haría mal en hacer candidata a su esposa o candidato a su padre. Eso equivaldría a colocar su alianza con la presidenta en un punto de quiebre final y representaría el colapso de su grupo político con todo y la aberrante franquicia del Partido Verde.
Las iniciativas no encontraron reacciones en contra de ningún partido político o gobernante y fueron bien recibidas por la ciudadanía.
Oponerse a éstas, movidos por la vulgar ambición, traerá el repudio en las urnas y con ello, la derrota.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.