¿Gratuidad o mezquindad?

Óscar G. Chávez

El pasado jueves 29 de junio fue presentada en el Congreso del estado una iniciativa de ley que busca “reformar  y adicionar diversas disposiciones de la Constitución Política del estado libre y soberano de San Luis Potosí; de la Ley orgánica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, así como de la Ley de Educación del estado de San Luis Potosí, con el objeto de establecer una gratuidad gradual en la educación superior del estado…”.

Fue presentada por el diputado Edmundo Torrescano y se encuentra sustentada en una confusa amalgama historiográfica que (al fin nadie lee por aburrida y mal redactada) busca apuntalar la exposición de motivos misma que conforme avanza y se aparta de aquella, comienza a aclararse y mostrar como elemento central la búsqueda de una autonomía financiera en las instituciones de nivel superior del estado, entre las que destaca, y por consiguiente se entiende que será la mayor beneficiada, la Universidad Autónoma, para lograr garantizar gratuidad en todas las escuelas públicas de educación superior.

Sin ir al fondo del aspecto técnico y abordando sólo el central, propone otorgar de manera fija a las referidas instituciones un presupuesto que no podrá ser menor al cinco por ciento del total del Presupuesto de Egresos del Estado previsto para el ejercicio anual respectivo, o el dos por ciento del Producto Interno Bruto del Estado, el cual deberá ministrarse conforme al calendario autorizado en los términos que establezca la legislación aplicable y, en ningún caso, el monto del presupuesto asignado será inferior al otorgado en el ejercicio inmediato anterior.

Los recursos, se indica en el mismo documento, se distribuirá tomando en cuenta los criterios del número de matrícula que tienen, el número de los programas educativos, el número de profesores en el Sistema Nacional de Investigación o su equivalente, y el número de investigaciones o trabajos de campo de carácter social que realicen en el ciclo escolar inmediato anterior.

La gratuidad no será absoluta de inicio, su incremento será progresivo y “en razón de lo que establezca el Ejecutivo del Estado en el proyecto del Presupuesto de Egresos para el siguiente ejercicio fiscal y en los subsecuentes, así como lo aprobado por el Congreso del Estado; por lo cual se tomará como base el siguiente esquema de financiamiento gradual en un lapso de 9 años, partiendo del 2% hasta llegar al 5%”.

Ignoro si el diputado Torrescano fue quien elaboró de manera íntegra la iniciativa o participaron en ella algún cuerpo de asesores, pero hay que mencionar que (al margen de aquel detalle menor ya señalado) no sólo es loable la iniciativa, sino necesaria su aprobación por el bien de la UASLP y de la educación superior del estado.

Con todo y que circulan algunos rumores respecto a bloqueos y negativas de apoyo por parte de otros diputados, no creo que en ninguno impere el espíritu mezquino (aunque luego son ya por naturaleza cretinos, centaveros, corruptos, voraces y lo que le sigue) de oponerse a otorgar un recurso propio a las instituciones y garantizar una formación profesional gratuita a todo aquel que a ellas ingrese.

Esto también permitirá que los potosinos conozcamos la verdadera disposición o animadversión que el gobernador pudiera tener hacia la Universidad, recordemos que no está resuelto del todo el asunto de los recursos que ha estado reteniendo a su capricho (y para su beneficio) bajo el argumento que la institución no explica en qué utiliza el recurso. Queda claro que ni sabe ni entiende lo que es la autonomía y que en todo caso no es al ejecutivo estatal a quien la institución tendría que dar cuenta de su administración (el mismo caso de la amenaza a Interapas con el uso faccioso de la Secretaría de Finanzas, como que ni siquiera sabe para qué sirve la Auditoría Superior del Estado).

Además, el aprobar esta iniciativa permitiría que los diputados no sólo mostraran cierta distancia de la sumisa actitud que hasta ahora han mostrado hacia el gobernador, sino además sería una pequeña muestra de desagravio y reivindicación social frente a la nulidad que han sido hasta ahora y que cada día subliman. Tampoco nos hagamos ilusiones, éstos dicen una cosa y acaban haciendo otra.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

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