Xochiquetzal Rangel
El día de ayer entre tambores y trompetas se abrían paso a la Unidad Administrativa Municipal niños y adultos disfrazados, personas con banderas de equipos de fútbol y hasta un caballo negro, con el único objetivo de agradecer a las autoridades municipales la autorización del tradicional Carnaval en la colonia General I. Martínez de la capital potosina.
Con un olor a pólvora los asistentes derrocharon alegría en el inmueble blanco y gris de la UAM, los pequeños que acompañaban a sus familiares a la muestra del carnaval que vivieron el fin de semana en su colonia lanzaban confeti por los huecos en los que podían transitar, ya que el centro de unidad estaba atiborrada de gente con atuendos coloridos que bailaban al ritmo de la batucada, uno que otro de los asistentes aprovechó para tomar unas cervezas mitigando el calor que les producían las botargas que se calentaban por los intensos rayos del sol y otros más brincaban alrededor de un toro de papel maché movido por un hombre de mediana edad en celebración de las fiestas que comenzaron hace 10 años en la “Martínez”.
El sonido de la muestra cultural despertó el interés de los trabajadores del Ayuntamiento municipal, quienes salieron de sus oficinas para unirse a los festejos que duraron aproximadamente 30 minutos.
Gritos de celebración que opacaron una manifestación que realizaban integrantes de la organización CMAP, quienes habían acudido a las instalaciones municipales por la inacción de trabajadores del Ayuntamiento ante sus peticiones de alumbrado público y necesidades básicas en una colonia de la capital que no les han resuelto, “nada más está en minutas pero nunca le dan salida”.
De acuerdo con uno de los músicos que hacía sonar el tambor que marcaba el paso de los danzantes y los trompetistas, identificado como Martín Córdova, explicó que la festividad que se presenciaba era en agradecimiento a las autoridades municipales por otorgarles los permisos (sin costo alguno) para que pudieran realizar el carnaval, como una muestra cultural que refleja que la Col. General I. Martínez no solo “es muy famosa por sus pleitos, en la Martínez hay gente buena que se dedica a trabajar, es más gente que se quiere divertir que estar haciendo cosas malas”.
“Nosotros empezamos el sábado con un recorrido que hacemos por la colonia con carros alegóricos, un remolque que disfrazamos como un toro y entonces llevamos batucada, gente con zancos, carros y todas las familias que nos acompañan, niños disfrazados y quemamos un torito de pólvora también (…) lo que tratamos de hacer es que no haya pleitos, no meter palos, no botellas por las familias que hay, hay muchos niños en el carnaval”.
La tradición del carnaval en dicha colonia surgió después de un pleito entre los pobladores de San Juan de Guadalupe, lugar en el que desde hace casi 100 años se celebran esas festividades, y pobladores de la General I. Martínez tuvieron un pleito y el señor Benito García decidió mudar las fiestas a la colonia Martínez.
Otro de los asistentes que reservó su nombre, indicó que esta tradición en San Juan de Guadalupe representa “soltar el diablo” antes de la temporada de cuaresma, por lo que los festejos comienzan un domingo previo al primer miércoles de ceniza y son tres días de fiesta en el que se les permite salir disfrazados y “pasarla ahora sí que chido en el barrio, recorriendo sus calles, sus avenidas, bailando”.
Sin embargo, después de hablar con los medios de comunicación y de haber bailado por casi 30 minutos bajo el ritmo de la batucada, los asistentes que llenaron el patio central de la Unidad Administrativa Municipal se comenzaron a retirar, el sudor corría por sus frentes, pero la sonrisa de mostrar un poco la cultura de sus barrios no se pudieron borrar ni con el paso de las canciones de lucha que siguieron por parte de la organización CMAP que llegaron a manifestarse antes que ellos y permanecieron hasta el final del festejo.