Hallan sin vida a encuestadores del INEGI en la Sierra Tarahumara

encuestadores1

Chihuahua, Chihuahua (11 de Marzo).- Luego de siete días de intensa búsqueda, los cuerpos de los encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), fueron localizados por elementos de la Fiscalía del estado en una región boscosa de la sierra Tarahumara, y ambos presentaban varios tiros de armas de fuego.

Los asesinos semienterraron los cuerpos, pero no con un afán de esconderlos, sino más bien de concluir el doble homicidio, ya que estaban a un lado de un camino vecinal del municipio de Urique.

Al conocer del homicidio de los encuestadores, se dio el anuncio en un comunicado oficial del INEGI, que dice: “Para garantizar la integridad física del personal de campo, se han reprogramado las actividades de levantamiento de información en la zona rural del municipio de Urique, en tanto se restablecen las condiciones de seguridad necesarias”.

Anunció que apoyará a las familias con todos los gastos derivados de esta situación, así como en la gestión inmediata y expedita de los trámites para que los deudos obtengan el seguro de vida y los derechos pensionarios estipulados en la ley del ISSSTE.

Al parecer, los homicidas son parte de la misma banda de narcotraficantes que han sembrado el terror en este municipio de la Sierra Tarahumara.

El fin de semana antepasado, lograron que se suspendiera el maratón Caballo Blanco, luego que durante dos días previos al evento y horas antes que iniciara el domingo 2 de este mes, dispararon cientos de veces desde la serranía hacia los caminos y veredas, sembrando el pánico en la población y las mismas autoridades, quienes decidieron suspender el evento y realizar una carrera alrededor de la presidencia municipal.

En respuesta, ese mismo día los narcotraficantes secuestraron y asesinaron a tres policías municipales de Urique, a los cuales calcinaron dentro de una camioneta que el ayuntamiento utilizaba como ambulancia.

El lunes, el Ejército se enfrentó contra este grupo de sicarios, logrando abatir a uno de ellos, pero otros tres huyeron con un importante arsenal.

En cuanto a los encuestadores del INEGI, se trataba de dos hombres de la zona serrana de Chihuahua, uno del mismo municipio de Urique, quienes se sabían desplazar por la zona y conocían a los habitantes.

Sin embargo, al igual que muchos de los que han muerto bajo las balas de los grupos de narcotraficantes de esta zona, tuvieron la mala fortuna quizá de encontrarlos frente a frente.

Érick Fabián Paredes Valois de 24 años y Jesús Manuel Pérez Montoya de 30, eran encuestadores del INEGI, y fueron privados de la libertad el lunes de la semana pasada, en el municipio de Urique, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua.

Los cuerpos de los encuestadores fueron encontrados sin vida a 800 metros del lugar conocido como Cerro Colorado, cerca de la comunidad de Bahuichivo, en el municipio de Urique.

Ambos cuerpos presentaban varios impactos de arma de fuego en todas partes del cuerpo y tenían el clásico tiro de gracia en la cabeza.

Estaban semienterrados al lado del camino, en una zona boscosa, según los primeros reportes del Ministerio Público.

Los encuestadores habrían sido asesinados el mismo día que desaparecieron, pero los cuerpos fueron localizados el lunes, por lo que sus familiares reconocieron los cuerpos el día de ayer martes.

El médico legista estableció que fallecieron por traumatismo craneoencefálico, así como laceración pulmonar y cardiaca producida por diversas lesiones con proyectiles de arma fuego.

Ante la presencia constante de los narcotraficantes y sus actos violentos, la Fiscalía del Estado ha solicitado el apoyo del Ejército mexicano para labores de patrullaje y la instalación de retenes.

El vocero de la Fiscalía, Arturo Sandoval, ha reiterado que se trata de grupos antagónicos de los cárteles de la droga de Juárez y Sinaloa, quienes se disputan la región para la siembra de amapola y mariguana, y su posterior traslado hasta la frontera.

Incluso, pobladores mestizos de Urique han denunciado que se han visto indígenas rarámuri portando armas de fuego de grueso calibre, quienes han sido reclutados como sicarios o halcones.

Hasta ayer, la Fiscalía del Estado no ha reportado si se tienen pistas para desarticular esta banda delictiva.

Fuente: Excélsior

Skip to content