El harakiri es el término común para referirse al seppuku, que es el suicidio ritual que practicaban en Japón los antiguos samurais y los daimyo (señores feudales japoneses); la palabra deriva de setsu (cortar) y de fuku, que significa abdomen.
Los motivos que llevaban a los samurais a cometer este acto eran diversos. Podían quitarse la vida por vergüenza personal por la cobardía en la batalla o por la vergüenza por algún acto deshonesto, incluso por la pérdida del favor de un daimyo. En ocasiones se permitía a los samurais que habían sido derrotados, pero que no habían muerto en combate, suicidarse con el fin de recuperar su honor.
Sin embargo, esta práctica también fue utilizada como un castigo judicial. Un daimyo podría ordenar a su samurai suicidarse por infracciones reales o percibidas. Del mismo modo, el shogun (gobernante), podría exigir el seppuku a un daimyo.
Este tipo de suicidio se llevaba a cabo de forma rápida, y el samurai deshonrado o derrotado, simplemente usaba su espada corta o daga para destriparse a sí mismo, siendo decapitado a continuación por un experto en el arte de cortar cabezas, conocido como kaishakunin.
Pero los seppuku eran rituales muy elaborados. El samurai tenía derecho a su última comida, se bañaba y vestía con cuidado, y se sentaba en su paño de la muerte. Allí mismo se componía un poema morten; por último, abría la tapa de su kimono, cogía la daga y se apuñalaba a sí mismo en el abdomen; el movimiento más común era simplemente un solo corte horizontal, para continuar con la decapitación.
Pero había una versión más dolorosa, llamada giri jumonji, que involucraba un corte tanto horizontal como vertical, y no incluía decapitación, por lo que se sangraba hasta la muerte.
Como podrás darte cuenta, el harakiri era una forma de recuperar el honor perdido, ya que esta virtud en el Japón Feudal, al igual que la lealtad, era sagrada, y no poseerla era una vergüenza para la persona y su familia.