María Ruiz
El municipio de Soledad de Graciano Sánchez enfrenta una crisis hídrica marcada por tomas clandestinas, drenajes colapsados y una infraestructura deficiente que parece no encontrar solución a corto plazo, así lo reveló el reciente diagnóstico presentado por Pascual Martínez Sánchez, director municipal del agua, quien expuso cifras preocupantes y dejó entrever la falta de coordinación con el organismo Interapas, del que buscan desincorporarse.
De acuerdo con el informe, existen alrededor de 10 mil tomas clandestinas que afectan directamente el suministro en una zona conurbada que, pese a su importancia demográfica, ha sido históricamente marginada en términos de inversión hidráulica.
Aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta 115 mil tomas registradas, Interapas solo reconoce 103 mil, lo que deja un vacío administrativo que refleja desorganización y posible negligencia.
Infraestructura deteriorada y obras insuficientes
El diagnóstico también señala que gran parte de los drenajes están colapsados y que los canales de aguas negras, muchos de ellos a cielo abierto, representan un riesgo para la salud pública. Aunque Martínez Sánchez mencionó que ya se realizan trabajos para atender estas problemáticas, la intervención es insuficiente frente al rezago acumulado.
“El problema de los canales de aguas negras no es únicamente competencia municipal, pero hemos estado apoyando en su canalización y rehabilitación”, aseguró el funcionario.
Sin embargo, el avance en estas obras es lento y la población aún padece las consecuencias.
Responsabilidades diluidas, consecuencias claras
El panorama presentado, dijo el director, refleja un problema estructural donde las responsabilidades se diluyen entre las funciones del Interapas.
Mientras tanto, las colonias más afectadas como San Felipe, Rivas Guillén y Cactus, enfrentan tandeos constantes, largos periodos sin agua potable y altos costos por pipas particulares.