Historias Paralelas: 2024 del Potosí

Octavio César Mendoza

Lloran como oposición lo que no pudieron defender como gobierno. Exigen respeto y autonomía hacia quienes les están arrebatando el control de sus ayuntamientos y piden lealtad y decencia hacia quienes aún están indecisos en cambiar de filiación política. La cada vez más empequeñecida oposición potosina advierte con temor que el 2024 será un tsunami verde que terminará por vaciar sus arcas de dinero y sus partidos de militantes. Era lógico: los primeros responsables del éxodo fueron ellos mismos, los liderazgos del PAN y del PRI en San Luis Potosí. Y el que Ricardo Gallardo Cardona y su equipo de trabajo estén forjando una alianza con los desertores para crear la plataforma de lanzamiento de un candidato a la presidencia, es algo que se percibe como parte del plan maestro que incluso condenará a los dos partidos opositores a la desaparición. Pero hay que revisar el todo por sus fracciones.

En el aquí y el ahora del cambio de formas de ejercer el poder, resulta increíble que los liderazgos prianistas, en lugar de pensar en un plan de acción, se estén lamentando lo que desde su óptica corporativa es un desastre financiero. Los logos de sus partidos están en plena decadencia histórica, en quiebra, y no hay entre sus militancias ni un sólo mesías capaz de resucitarlos. Ellos mismos terminarán siendo aliados de “Don Pollo” porque nadie se puede quedar fuera de este cambio, y el Estado conformará una fuerza social electoral tan importante que será la bisagra de la elección presidencial del 2024.

En lo local, ese 2024 terminará con el triunfo del gobernador en la capital del Estado, incluyendo las zonas donde el clasismo panista se asentó por décadas. Estamos viendo lo que serán los últimos bastiones de poder del PRIAN en territorio potosino; y los más inteligentes lo saben, y en lugar de temer se colocan en el lado ganador de la historia: con Ricardo Gallardo Cardona, toda suma gana y multiplica.

Con todo el enorme trabajo realizado por el joven gobernador, y con el trazo de una maquinaria electoral cuyo punto de encuentro es cada municipio capital de cada región y su expansión hacia las periferias, no hay mejor opción que sumarse, porque de esa suma saldrán ganando todos los potosinos. Cuando faltan pocos meses para que termine la administración municipal capitalina encomendada a Enrique Galindo, por ejemplo, los rostros de sus regidores, directores y jefes de área son de incertidumbre; pero no porque no sepan cómo reaccionar ante el tsunami verde, sino porque aún dudan si será mejor saltar de barco, o en qué momento. Incluso ya hay consultas personalizadas acerca de a cuáles santos de la gallardía encomendarse.

La mayor parte del equipo del primer mando municipal, está de acuerdo (en resignada forma) en algo: la derrota electoral es inminente, y sólo se podrán rescatar algunas piezas importantes. Después de toda batalla, los ejércitos ganadores suman a las mentes más brillantes de los derrotados a su causa, para volverse más poderosos, y cubrir cada vez mayores extensiones territoriales.

Así, desde la conquista de más de la mitad de las fuerzas electorales del PAN y del PRI en 2021, 2022 y 2023, el PVEM se reorganiza para avanzar aún más, y duplica su energía de atracción. Claro: a los dirigentes del PRI y del PAN potosinos no les importan los militantes, ni ser ejemplo de servicio y opción de competencia: les importa salvarse sólo a ellos mismos. Eternos caraduras, la historia les pasó por encima y ni eso los movió de sus ambiciones personalistas.

A casi un año de la siguiente elección, el panorama para la oposición no puede ser más desolador; excepto si sus militantes y verdaderos liderazgos se reinventan y se suman al cambio. En un proyecto que cada vez crece más, y que ya es una realidad en el Estado, hacen falta más manos para construir más cambios y generar más oportunidades. Pocos son los que saben cómo va a ser el San Luis Potosí del 2030, excepto quienes lo están construyendo desde hoy. El que quiera oír, que oiga.

Sin embargo, para saber cómo se ha conquistado este territorio y a sus habitantes de todos los sectores sociales que lo integran, es necesario revisar la historia, y nombrar a los arquitectos del cambio, y cómo trabajaron y trabajan a favor del gobernador. También es importante hacer notar cuáles son los yerros de los líderes de facto de la oposición, y el por qué se les debe atribuir ser parte de esta revolución social electoral. A esto se dedicará el análisis subsecuente de quien esto escribe. Nos vemos en la siguiente columna, con un tema en particular: la construcción de la imagen de los actuales gobernantes.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.

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