Octavio César Mendoza
El revuelo que causó la revelación de una encuesta que coloca a Ricardo Gallardo Juárez como favorito para hacerse de un escaño en el Senado de la República, hizo que más de uno de los suspirantes de la alianza maldita comenzaran a repensar si les alcanza para buscar dicha posición que, dicho sea de paso, les queda demasiado grande. Esa futura golpiza electoral asusta a cualquiera, pero aún más a quienes ya fueron derrotados por KO en el pasado por el gallo Gallardo.
Pero dice un súper héroe literario que no todo está perdido si se tiene el valor de aceptar que todo está perdido y hay que empezar de cero. Así, con un sólo golpe mediático, se volvieron a revisar diversas opciones para lo que viene en el 2024: que Enrique Galindo, presidente municipal de San Luis Potosí, busque esa posición senatorial, debido a que la Capital del Sí ya le está diciendo que siempre No, pero el priista sigue siendo bien valorado al interior del Estado. Además, el cobijo de ser senador de la República se extiende más allá de las sucesiones presidenciales y sus consecuentes andamiajes jurídicos de ciertos temas. Si lo que se busca es tomar aire, la cámara alta lo brinda de sobra.
Para nadie es desconocido que el PAN local ya no tiene figuras de peso para enfrentar a la Gallardía, y de igual forma es claro que el único activo relativamente competitivo que les queda es Octavio Pedroza, por lo que lo más inteligente es que el añil le ceda la candidatura a la presidencia municipal para enfrentar una batalla colosal contra quién Ricardo Gallardo Cardona, gobernador del Estado, designe como su contendiente por la capital que ya gobernaron bajo la promesa de sacar a San Luis Potosí del bache. Cualquier otro candidato será un débil testimonio de la declinación a seguir gobernando en San Luis Potosí, además de que resultará una contienda muy aburrida.
Un estratega eficiente sugeriría ese esquema, pero en la alianza maldita hay mucho general de auto impuestas cinco estrellas. Que digo generales: generalazos. Así, lo que dice la lógica lo contradice la ambición, y dado que el sentido común no es algo habitual entre los “liderazgos” del PAN, y menos a nivel nacional, puede ser que se les ocurra intentar reelegir a Galindo con tal de consentir a uno de sus aliados locales aunque no tenga mayor presencia en el Estado, con el riesgo de que si Morena se va por la libre con Gabino Morales por el Senado, entre el Verde y PT y por ende el propio Morena, no le dejen nada a los panuchos dorados.
Si no toman en serio este asunto, si no forman un equipo de trabajo eficiente, si no dejan de lado la soberbia, San Luis Potosí terminará pintándose de verde en su totalidad, y no habrá oposición leal y útil al Estado. Y no lo digo porque los quiera sacudir del marasmo, sino para que por fin se den cuenta de que la competencia política es fuente de desarrollo, y si no lo ven así, mejor se dediquen a algo que sí les apasione.
No sé, recordar los triunfos del pasado, o cambiar el ajedrez por el juego del gato, o vivir de sus rentas.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.
