Estela Ambriz Delgado
El trabajo que ha realizado el Instituto Municipal de Planeación (Implan) es una muestra del uso de la gestión municipal de acuerdo con intereses económicos y cálculos políticos, pues por décadas se han modificado usos de suelo para la autorización de construcción de vivienda y comercios en zonas de recarga del acuífero, así quedó de manifiesto en la conferencia “Territorio y gestión hídrica sostenible en San Luis Potosí”.
El exponente Edgar Hilario Piña Hernández hizo mención de que en 1993 se publicó el primer plano, donde se muestra toda el área en la que no se debe de construir, y en una revisión de cómo han cambiado los planes de desarrollo urbano, se puede observar una sistemática autorización de construcciones en donde no debiera haber.
“Esto responde a una lógica de explotación del territorio, pero más bien desde un enfoque económico no desde un enfoque que sirva los intereses de la ciudadanía. Al contrario, es un modelo altamente depredador porque está impermeabilizando, y desde hace ya varias décadas, todo lo que es zona de recarga del acuífero local”.
El doctor en Arquitectura Sustentable además informó que el problema se incrementa con la sectorización que el Implan hizo de la ciudad en el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, pues con ello se modificaron los usos de suelo y se autoriza la construcción de vivienda y la urbanización en todo lo que es zona de recarga del acuífero de San Luis Potosí, lo que coincide con el trazo de la Vía Alterna.
“En el mapa se traslapa perfectamente la parte de área de recarga con la parte de que se autorizó de construcción, y aparte es clarísimo porque coincide con el trazo de la vía alterna de la famosa vía alterna para dar servicio a la Zona Industrial”.
Piña Hernández señaló que además esta urbanización requiere inversiones millonarias de dinero, que bien podría utilizarse para cuestiones más importantes para la ciudadanía, como un transporte público eficiente y la protección de áreas de recarga como la Sierra de San Miguelito. Sin embargo, se destinan recursos del erario para generar especulación y ganancias que se quedan en las manos unos cuantos.