Homicidios… Y sigue la mata dando

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Juan Manuel Carreras López arrancó su gobierno a finales de septiembre de 2015 y desde entonces, Astrolabio hace una crónica sobre los homicidios y ejecuciones en la entidad. Esta es la breve historia del quinceavo mes; con diciembre concluye un 2016 mucho más sangriento que el anterior. El gobernador y los suyos dicen otra cosa, pero eso ya es sopa de otro plato; ellos dicen que el crimen disminuye, pero más que realidad, es apenas un anhelo.

 

La tarde del primero de diciembre fue ultimado de un balazo Héctor Moctezuma, hermano de la regidora del PRD en el ayuntamiento Ébano, Cristina Moctezuma Lara, fuerte crítica del alcalde Crispín Ordaz. La víctima era un conocido ganadero de la región, fue emboscado cuando salía de su rancho, ubicado en Pánuco, Veracruz, rumbo a Ébano. Viajaba solo en su camioneta, fue abordado en el camino, y según las primeras investigaciones, sólo tiene un tiro en la cabeza.

 

Manuela era afanadora en una cantina del municipio de Cerritos. El día 2 de diciembre, la mataron a golpes en uno de los sanitarios del Bar Texas. Llevaba 48 horas de que no se sabía nada de ella, lo único cierto es que su ex novio la andaba buscando porque lo cortó. Días después, la policía informó que a Manuela la mató su ex pareja y que desde el 29 de noviembre ocultó el cuerpo en el sanitario, mientras huía al municipio de Ciudad Fernández.”Era un sujeto muy violento con la ahora occisa e incluso la familia de ella tenía mensajes en su celular donde él le pedía perdón y le decía que no la volvería a golpear”.

 

El sábado 3 de diciembre un hombre de aproximadamente 25 años de edad fue “levantado” en un camino próximo a la cabecera principal del municipio de Salinas de Hidalgo. En ese mismo camino terregoso de la colonia La Paz, horas después su cuerpo mal herido fue abandonado en el mismo lugar de donde se lo llevaron, de ahí luego lo volvieron a levantar, pero ahora a una ambulancia, aunque perdió la vida antes de llegar al hospital. Le dispararon en múltiples ocasiones en las piernas como si se tratase de un mensaje: murió desangrado. Y en efecto, la policía encontró un mensaje en cartulina: “esto le pasa a los chapulines”.

 

Eran los primeros minutos del domingo 4 de diciembre cuando en la colonia General I. Martínez, misma que se distingue por la ferocidad de sus pandillas, se sucedió una riña más de fin de semana y el saldo final fue de un muerto. A un sujeto de unos 35 años de edad lo mataron con un tiro de arma de fuego en la cabeza en la calle de Prolongación Pedro Vallejo.

 

Por el rumbo del aeropuerto, entre las comunidades de Rancho Nuevo y El Zapote, en la pendiente de piedras del tendido de vías del ferrocarril estaban dos cuerpos masacrados. Correspondían a dos jóvenes que, de acuerdo con datos de la policía, habían sido levantados y sus familiares denunciaron su desaparición tres días antes. Eran como las dos de la tarde del 4 de diciembre cuando la policía encontró los cadáveres, los dos tenían disparos de arma de fuego en la cabeza y si acaso tenían de 20 a 21 años de edad. Los hechos ocurrieron en Soledad de Graciano Sánchez.

 

A Cristian de 23 años de edad lo mataron de un certero balazo en la cabeza cuando deambulaba por la colonia Carlos Salinas de Gortari. Eran como las 8 de la noche del 6 de diciembre cuando en la calle Alelí unos transeúntes se percataron del cuerpo que yacía en el piso. Llamaron a una ambulancia pero cuando llegó al hospital ya estaba muerto.

 

A media tarde del 9 de diciembre, en un campo abandonado próximo a Ciudad Satélite, fueron localizados los restos óseos de un ser humano. Huesos por aquí y por allá, entre los matorrales y las piedras. Los servicios de medicina forense de la Procuraduría General de Justicia analizan los pedazos de osamenta para definir el sexo y las causas de la muerte.

 

Cosas de la vida. Mientras iniciaba la serenata a la Guadalupana, en la colonia Tepeyac empezaban los primeros minutos del 12 de diciembre cuando Armando, de 19 años de edad fue agredido con arma de fuego; le dieron varios disparos unos sujetos que forman parte de “Los Demonios”, una pandilla que gusta de ajustar cuentas a sus rivales a punta de pistola. Armando aun fue recogido con vida en la calle Danubio, pero al ingresar al hospital ya había muerto.

 

Jesús tenía 28 años de edad cuando lo ejecutaron. Le maniataron brazos y manos; le cubrieron el rostro con una manta y luego le dispararon en la cabeza. Su cuerpo localizado en la madrugada del 12 de diciembre, fue abandonado en una ladera del camino que lleva al ejido Las Palmas, perteneciente al municipio de Tamuín.

 

Oscurecía ya como a eso de las siete de la tarde del 14 de diciembre cuando mataron a Edgar en la colonia Potosí Rioverde. Nadie supo quién le quitó la vida ni porqué, pues en el condominio San Jorge donde vivía su madre únicamente se escuchó el estruendo de un arma de fuego. Cuando fueron a ver que había ocurrido, Edgar estaba tirado en el suelo mientras la sangre manaba de su vientre; quisieron ayudarle a vivir y trasladarlo a un hospital pero eso fue del todo infructuoso y murió en el camino.

 

Elisa regresaba de Ciudad del Maíz a su hogar en la comunidad de San Rafael, pero apenas descendió del autobús en el que viajó y se encontró con su ex pareja, un sujeto torvo y de mal aspecto que de inmediato la encaró y sin más le disparó a quemarropa para quitarle la vida. El día 15 de diciembre Elisa de 40 años de edad recibió dos disparos en el rostro. La mató porque ella ya no quiso seguir con él. La policía aseguró que ya inició las investigaciones de este nuevo feminicidio.

 

El 16 de diciembre, día que marcó el inicio de las posadas, fue también el último en la vida de un joven no identificado, cuyo cuerpo tasajeado con un puñal, fue encontrado a la vera del tendido de vías de la ruta México-Nuevo Laredo en plena zona urbana de la capital. La policía encontró el cuerpo en la prolongación de Avenida de la Paz aproximadamente a las 15:00 horas luego de que se recibió una denuncia anónima. Según el parte ministerial, le infringieron 18 puñaladas.

 

En una humilde vivienda del ejido Guadalupe Victoria del municipio de Charcas, el 18 de diciembre, Francisca de 37 años de edad fue asesinada por su esposo, Eulalio de 40 años. Le quitó la vida con dos disparos calibre .22 en el pecho y luego él se suicidó. Según datos de la policía, la pareja había discutido por cuestiones aun desconocidas, pero el hecho es que él decidido matarla. Los cuerpos los encontró el hijo de la pareja de apenas 11 años que desde entonces, se ha quedado solo; huérfano por decisión de su padre.

 

Por la mañana del 18 de diciembre, a la orilla de la carretera San Luis-Zacatecas, a la altura del poblado de La Campana, cerca del entronque al municipio de Mexquitic, fue localizado el cuerpo de un hombre desconocido que presentaba una herida de arma de fuego en la cabeza. La Policía anunció el inicio de las investigaciones sobre ninguna base puesto que de principio, no se conocía ni siquiera el nombre de la víctima.

 

Durante la madrugada del día 20 de diciembre, dos elementos de la Dirección de Seguridad Pública del Estado fueron ejecutados a bordo de su unidad en la salida a la carretera San Luis-Zacatecas; les dispararon con rifles AR15 y pistola 9mm. Mauricio Cruz Galván e Ismael Baena Gámez tripulaban la patrulla con número 02340 cuando fueron agredidos. La Procuraduría General de Justicia del Estado informó que los hechos ocurrieron aproximadamente a las 3 de la mañana, cuando se recibió un reporte de que en la carretera a Zacatecas a la altura del fraccionamiento El Rosedal se encontraba una patrulla con elementos heridos en su interior. La patrulla estaba estacionada en un carril de la carretera como si hubieran hecho una maniobra para revisar algún vehículo. La Policía Ministerial dio inició a las investigaciones y recaba la información respectiva, reportó la Procuraduría.

 

Eleazar ya no vivió para celebrar la navidad, lo asesinaron en su propia casa el 23 de diciembre en la comunidad de El Naranjito perteneciente al municipio de El Naranjo. Un amigo de Eleazar entró a al vivienda de éste en la calle Bajío y lo encontró en sus aposentos en medio de un enorme charco de sangre. Estaba boca abajo y presentaba diversas heridas por proyectil de arma de fuego en la espalda.

 

Al Zacatecano lo mataron durante la madrugada del 23 de noviembre en el municipio de Taquín. El Zacatecano que así le decían a Juan Hinojosa, tomaba el fresco de la madrugada afuera de su casa en la calle de Fortunato Nales cuando alguien pasó por el lugar, se le acercó, empezaron a platicar y luego a discutir a tal punto que al Zacatecano le dieron tres disparos y ahí mismo murió.

 

Dos elementos de la Dirección de Seguridad Pública del Estado fueron agredidos por sujetos armados en el municipio de Villa de Arriaga. Los agentes realizaban un operativo de vigilancia cuando desde un vehículo en movimientos les dispararon. Francisco y Javier se salvaron de milagro, fueron heridos en pierna y brazos; ésta vez sí podrán contarlo, corrieron mejor suerte que Mauricio e Ismael.

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