Por Victoriano Martínez
Se prevé que hoy, a partir de las ocho de la mañana, el centro de la ciudad se vuelva un caos vial por la manifestación de maestros activos y jubilados de la Sección 26 del SNTE que reclaman pagos pendientes por parte de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) que tienen que ver con fondos y fideicomisos relacionados con prestaciones, así como las becas para sus hijos.
A tres días de cumplir 18 meses, la manifestación de hoy probablemente será la de mayor magnitud en lo que va del sexenio de Ricardo Gallardo Cardona.
Desde la perspectiva de la dirigencia de la sección 26 del SNTE, se trata de una reacción a la actitud del titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, de quien sólo han recibido un trato déspota, indigno y ofensivo para el magisterio, a pesar de haber tenido diálogo por más de un año en el que se llegaron a acuerdos y se firmaron minutas, pero se incumplieron.
Desde la posición del titular de la SEGE, a la usanza de la gallardía para la que todo aquello que sea un cuestionamiento específico se le señala un trasfondo político, en este caso porque los líderes sindicales ya no pueden negociar ni acceder a plazas o procesos de cambios que ahora están regulados por el Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM).
“Nosotros en 2022 ya entregamos aproximadamente cien millones de pesos sin ser un año electoral, y nosotros con eso hemos cubierto todas las necesidades que hay de bonos”, aseguró Torres Cedillo.
Una afirmación con una referencia muy desafortunada porque exhibe a un secretario de educación más preocupado por darle un sentido electorero a las acciones de una dependencia que tendría que estar enfocada en resolver los fines académicos que son su razón de ser.
¿Qué tiene que ver si el año es electoral o no con el cumplimiento de las obligaciones que como patrón tiene la SEGE con los trabajadores del magisterio? ¿El año próximo les duplicarán los recursos?
Si se trata de descalificar a los manifestantes, bastaría con que Torres Cedillo exhibiera públicamente a detalle todas y cada una de las minutas firmadas con la Sección 26 del SNTE, los documentos que avalen los recursos que dice haber entregado, así como todos los comprobantes de pagos a los Fondos y Fideicomisos y a los hijos becarios de los trabajadores.
Un ejercicio de transparencia al que está obligado por Ley, tanto por obligaciones específicas como por el carácter trascendente de esa información, cuyos detalles tendrían que formar parte una acción proactiva, conforme al Título Tercero, Capítulo II de la ley de la materia, además de lo dispuesto en los artículos 24 fracción XII y 54 fracción IX.
Pero en el sexenio de la opacidad extrema, la ley no se cumple ni en defensa propia… o más probablemente no se cumple porque les resulta imposible ya que en caso de hacerlo lo que exhibirían sería el incumplimiento de sus obligaciones y muy posiblemente hasta un manejo irregular de los recursos.
La acusación sobre un trasfondo político es en realidad una evasión de responsabilidades que, de asumirlas, lejos de intentar desviarse del tema, lo afrontarían con tal transparencia que desarmarían a los manifestantes.
Al no poder hacerlo, todavía exhiben una reacción más producto de su irresponsabilidad: tratar de evitar que se manifiesten quienes han sido agraviados por sus actitudes e incumplimientos de obligaciones con la agresión que representa amenazarlos con descontarles el sueldo.
“Quien esté al frente de la Secretaría de Educación debe hacer su trabajo con toda responsabilidad y no estar amenazando a la gente de un descuento de una libertad que se tiene para expresar de algo que si él hubiera hecho su trabajo, le aseguro que no hubiera necesidad de salir a la calle a exigir lo que por derecho nos corresponde como trabajadores”, dijo Juan Carlos Bárcenas Ramírez, secretario de la Sección 26 del SNTE.
El caos en el centro de la ciudad programado por el magisterio para esta mañana no sólo exhibirá los adeudos del gobierno de Ricardo Gallardo Cardona con ese gremio, sino también las carencias en infraestructura educativa con las que los maestros tienen que trabajar, por lo que el SNTE se llama a la solidaridad de los padres de familia al señalar que además buscan mejorar el servicio educativo.
Si la autoridad pudiera acreditar lo injustificado de la protesta no tendría por qué recurrir a argumentos ajenos al problema. Si no lo puede hacer, no se escapa del principio del derecho que dice que la causa de la causa, es la causa de lo causado. Es decir, el responsable original del caos previsto para hoy es el gobierno del Estado.