Por Victoriano Martínez
Hoy es el día internacional del derecho a saber.
A pesar de que –por azares del destino– en San Luis Potosí el mes de septiembre se ha convertido en la temporada de informes, poco hay que celebrar sobre esa conmemoración internacional.
Las distintas autoridades mantienen la mala tradición de convertir lo que debiera ser un acto de rendición de cuentas en un mero pretexto para realizar faraónicas ceremonias de culto a la personalidad que, en esta ocasión, quedaron obligadas a una moderación con motivo de la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Así que en el mes del derecho a saber, las autoridades han atendido y entendido esa prerrogativa como su derecho a esconder, a maquillar, a adornar, a aprovechar para promocionar su imagen siete días antes y cinco días después de su ceremonia… en pocas palabras, a simular que cumplen con su obligación legal de informar.
El gobernador Juan Manuel Carreras López lo hizo el pasado viernes ante 280 invitados con presuntas estrictas medidas sanitarias. El alcalde Xavier Nava Palacios lo hará el próximo viernes, supuestamente ante 70 invitados.
Carreras López ya usó al Covid-19 como el pretexto de pretextos para lamentar no poder presumir más de lo que le gustaría presumir.
Jorge Arias Hernández, secretario técnico del Ayuntamiento, anunció que la exposición de Nava Palacios se enfocará en la atención de la pandemia por Covid-19, dividida en dos bloques: uno, señalará la intervención en el sector salud y el otro, en el sector económico.
En el mes que se conmemora el día internacional del derecho a saber, los servidores públicos obligados a informar parecen ver en la pandemia por Covid-19 una competencia al protagonismo que su ego los impulsa a reclamar para sí.
Antes que informar, tanto el gobernador como el alcalde capitalino optan por buscar lo que a su manera es la mejor forma de lograr una buena apariencia ante la población, que si de algo está enterada es sobre el riesgo que representa el Covid-19, aunque desconozca información detallada.
Si es sobre el Covid-19 sobre lo que hoy todo el mundo habla, ese es el tema. Junto a él tienen que aparecer ahora que la ley electoral los autoriza a violar el artículo 134 constitucional.
Carreras López optó por utilizar el Covid-19 como la razón por la que este año no se le pudo ver como un super gobernador en su Quinto Informe. Poco le faltó para decir que no hay quinto malo, pero que la pandemia le echó mosca.
Nava Palacios, según lo que dijo su secretario técnico, aparentemente aprovechará la pandemia para decir que se puso las pilas y tiene capacidad para responder ante cualquier adversidad.
Si el equipo de Carreras López anunció que apostarían a las nuevas tecnologías por la contingencia, el de Nava Palacios ya hizo lo mismo y echará mano de las cuentas institucionales de Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
Ni uno ni otro habló de recurrir a las nuevas tecnologías para facilitar a la población la consulta a detalle del estado que guarda la administración pública en su respectivo ámbito. No, eso sería tratar de atender el derecho a saber, cuando lo que ellos se toman es su derecho a simular.
A la población sólo le queda ver cómo sus autoridades, lejos de atender su derecho a saber, utilizan las nuevas tecnologías para hacerse presentes con su impertinente promoción en las más variadas plataformas.
Hoy es el día internacional del derecho a saber… y lo único que es posible saber es que no hay autoridad obligada legalmente a rendir cuentas que tenga verdadera voluntad de honrarlo.
