Humo y Espejos: Adherirse para sobrevivir

Abelardo Medellín Pérez

Las recientes respuestas de la oposición en San Luis Potosí, ante la insistente y vertiginosa promoción de Villa de Pozos como el municipio 59, parecen apuntar a que no todo va como lo planeado.

Desde el año pasado, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona ha promovido la municipalización de la delegación de Villa de Pozos como un proyecto unilateral que vino de su buena voluntad y cuya interdependencia de otros órdenes y poderes es casi nula.

El jefe del Ejecutivo estatal, efectivamente, tiene su mérito. Ni siquiera han pasado dos años de su administración y ya logró que la solicitud de municipalización reúna las firmas, sea recibida en el Congreso del Estado y procesada para un próximo plebiscito realizado por el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac).

La sorpresa engañosa no fue el apresurado avance de esta propuesta por la que alguna vez lo llamaron “loco” (dicho por él), sino la forma en que respondieron los actores políticos de oposición.

A nadie extraña que la banca del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se rinda y atienda servilmente las órdenes del gobernador, lo insólito fue ver que tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como el Partido Acción Nacional (PAN) a través de sus dirigencias, sus bancadas y su alcalde capitalino, se alinearon para expresar su apoyo a la municipalización de Villa de Pozos la semana pasada.

Ante la mirada inocente, esto puede parecer una clara sumisión frente al poder, de esas que, para ser francos, ya no sorprenden en un estado “hiper gobernalista”, donde las ideas que vienen de arriba son manda no opción.

Sin embargo, aunque la oposición sea débil y sus capacidades de negociación por supervivencia son pobres, justo por esas posiciones inconvenientes es que una acción como sumarse a esta propuesta pudo hacerse por algo más artificioso.

¿Qué pasaría si en el fondo, tras un cálculo de posibilidades y condiciones, la oposición política de San Luis Potosí se hubiera dado cuenta que, por mucha voluntad que haya, la municipalización de Villa de Pozos no va a cuajar?

La consecuencia obvia si este proyecto no funciona es clara: si la municipalización no se da, el gobernador no va a salir a disculparse, no va a pedir perseverancia, no va a decir “ni modo”. No, el gobernador, como en muchas otras ocasiones, no buscará quien se la deba, sino quien se la pague.

Si el gobierno llega a 2024 y no tiene una municipalización cierta de la delegación de Villa de Pozos, habrá incumplido, pero antes que resignarse, deberá culpar a alguien. Si el PRI y el PAN hubieran seguido la línea crítica que llevaban contra esta propuesta, justo ellos se hubieran convertido en las víctimas políticas del discurso del gobernador.

“¡Fueron ellos!, que vayan los ciudadanos de Pozos y les reclamen a los partidos, el PRIAN no quiso la municipalización”, casi se le puede escuchar decir.

Entonces, si se hunde el barco, te echan la culpa y te queman en plaza pública, ¿cuál es la opción? Hundirte con todo y barco y tener la oportunidad de decir: ni modo, no pasó, pero yo quería que pasara.

La adhesión del PRI y el PAN a esta idea parece entonces nada más que un intento de no ser culpados por el declive de esta idea; el apoyo público para curarse en salud supone, sin embargo, que estos personajes de oposición prevén un fracaso imprevisto hasta ahora.

¿Se rendirá el gobernador y saldrá a aceptar una fallida propuesta cuando ya no tendrá a quién echarle la culpa? No. De hecho, horas después de que la oposición se adhiriera en apoyo a este proyecto, la Secretaría General de Gobierno emitió un comunicado en el que apuntaba que, a partir de ahora, la propuesta de municipalizar Villa de Pozos ahora está en la cancha del Ceepac.

La Secretaría le pintó una diana en la espalda al Ceepac y con esto fija a su nuevo chivo expiatorio en caso de fracasar la movida electoral que significa elevar a municipio esta delegación.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

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