Abelardo Medellín Pérez
Así como en el resto del país, los ánimos electorales han comenzado a dar luces de su presencia en San Luis Potosí. Visita de candidatos independientes (muy prematuros) a la presidencia de la república, instalación apresurada de comités municipales, conferencias cada vez más frecuentes del partido en el poder para intentar por todos los medios cerrar filas, y un largo etcétera de otros eventos, evidencian que la carrera electoral hacia el 2024 ha comenzado y ningún actor quiere quedar último.
Esta realidad, hace que el repaso de las estrategias externas al orden legal rumbo a la contienda, sea una actividad obligada si se busca diferenciar cuál es una buena táctica y cuál es una táctica mediocre por su simpleza.
Como en casi toda contienda de sistemas democráticos y con elecciones libres, la de San Luis Potosí será una batalla electoral entre: el oficialismo y su oposición. Hay quien, cometiendo el pecado de generalizar, se atreve a simplificar el panorama y decir que “no hay oposición”; dicha afirmación sirve a las ganas de exagerar, pero no atiende a las verdaderas fuerzas que, allá afuera, donde la sociedad se organiza, participa y padece, están en tensión constante con el partido y los actores en el poder.
Sin embargo, esa visión simplista carga algo de verdad: quienes en la teoría más aceptada y general son llamados oposición (partidos que no tienen la mayoría, organismos descentralizados, otros poderes diferentes al ejecutivo) padecen de una raquítica calma que los hace poco atractivos, poco competitivos y menos opositores.
El primer gran requisito para ser oposición (en la contienda electoral) y ser elegido, es ser una opción deseable, pero ¿quién desearía al Partido Acción Nacional (PAN), anquilosado y tomado por las mismas cabezas flotantes y egocéntricas que han desplazado a su militancia ciudadana y activa?, ¿quién voltearía al Partido Revolucionario Institucional (PRI), tan olvidado hasta por su propia militancia, que corre el riesgo de, en dos o tres procesos, perder el registro y convertirse en un instituto anecdótico?, ¿quién optaría por Movimiento Ciudadano, un instituto neófito en la contienda, con muchas buenas intenciones, pero muy pocas ideas para innovar sus plataformas?
Los partidos, los entes que gestionan los candidatos por los que debemos votar, parecen tener problemas de origen y su mayor complicación se hará realidad cuando salgan a la contienda y vean la forma en que han permitido que crezca su adversario.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en San Luis Potosí obtuvo el 21 por ciento del total del financiamiento público para los partidos políticos con registro en la entidad para 2023, tiene 26 por ciento de los escaños en el Congreso Local (más el 11 por ciento que aportan los diputados del PT), presume tener el 50 por ciento de los ayuntamientos cuadrados con el partido y tiene a la cabeza como líder moral (si es que se le pudiera otorgar esa virtud) al gobernador del estado Ricardo Gallardo Cardona.
El PVEM en el estado potosino, con perdón de las sensibilidades puristas, es el rival a vencer en el 2024; el tema de fondo, es que, mientras tanto el verde como el gobernador han fincado un camino de agravios y descalificaciones para sostener su discurso contra los actores del pasado, los opositores (algunos efectivamente actores del pasado) se han sentado esperar no ser víctimas del oficialismo vengativo y pasar desapercibidos.
Felicidades, funcionó: la oposición pasó tan desapercibida (por no querer ser atacada) que ahora pareciera que no existe. ¿Quién es Verónica Rodríguez?, ¿quién es MC?, ¿a quién representa el Frente Cívico Potosino?, ¿quiénes integran dicho frente y otros tantos?, ¿quiénes son esos que dicen que serán opciones?
La oposición se ha echado sobre el hombro la difícil tarea de tener que sobresalir o disculparse y retirarse. Por eso, en este espacio hemos decidido tomar un momento para enumerar algunos temas y puntos clave que, cualquier candidato opositor deberá tener en cuenta si se piensa medir en la contienda contra un candidato del PVEM.
No porque se lo merezcan los opositores, sino porque lo van a necesitar… y nosotros a ellos.
1.- El desgaste natural
Las propuestas irán por cuenta de cada proyecto partidista, pero señalar y criticar con objetividad los desaciertos del gobierno será una de las ventajas esenciales de la oposición. El candidato opositor, no podrá temer a “rebajarse al nivel de los de enfrente”, sobre todo porque criticar no es “bajarse de nivel”, sino igualar estrategias. El gobernador y los candidatos de su partido no saben manejar la crítica, ni cuando es contra ellos ni cuando ellos la esgrimen; su baja calidad en el discurso apenas alcanza para la descalificación y esas peroratas amargas, tarde o temprano (más tarde que temprano) cansan a la gente. La crítica, devaluada en este gobierno, es una moneda que la oposición debe troquelar para mostrar a los ciudadanos que, señalar lo que está mal, es un discurso con valor.
Señalar el desgaste, es de lo más sencillo. El gobierno suma errores (de ellos hablaremos a continuación) y sus cercanos, quienes contenderán por puestos o buscarán reelegirse, suman aún más.
Como ejemplo claro tenemos que, según una evaluación realizada por la organización Ciudadanos Observando, de los 13 diputados federales que representan a San Luis Potosí, los 5 peores evaluados son todos del Partido Verde: Cristian Sánchez, del distrito VII; Alejandro Segovia, del I; Kevin Aguilar, del III; Gilberto Hernández Villafuerte, del VI, y Juan Manuel Navarro, del II.
Qué mejor indicador de cuáles son los distritos a quienes se les puede evidenciar la ineficacia de sus representantes y la necesidad de cambiarlos.
2.- El transfuguismo como traición
El Verde se jacta de haber atraído y recibido en sus filas a presidentes municipales de las cuatro regiones y haber aumentado los ayuntamientos bajo su control. Sin embargo, pintar a un alcalde de verde no es lo mismo que lavarlo de sus pecados.
Para muestra invito a que, quien sea que contienda por un cargo en Real de Catorce, les recuerde a los ciudadanos que la familia Carrillo se adueñó de la franquicia del PVEM en ese Municipio, pasando por encima de los verdaderos militantes del partido y de los intereses de la ciudadanía en esa demarcación. La predicción: el verde corre el riesgo de desfondarse en ese municipio.
La historia del Verde en Catorce (en donde se dice que el partido fue secuestrado por la “herencia maldita”) seguro se repite en aquellos otros municipios donde, los únicos beneficios que trajo el realineamiento partidista, fueron para los alcaldes y sus cercanos.
3.- El descontento por el estilo “espectacular” de gobernar
Burocracia pensionada, magisterio, víctimas, población sin agua y grupos vulnerables, son solo algunos ejemplos del ancho de la población que, actualmente, hablan del ejercicio abusivo y poco empático del gobierno a través de la misma clave: ya no queremos FENAPO, queremos ayuda.
En una ocasión, en vísperas de la celebración de la Feria Nacional Potosina 2022, se le preguntó a un integrante del gabinete estatal qué opinaba de la gente que afirmaba que había prioridades por encima de la celebración de una feria, a lo que aquel confundido servidor público dijo: “La gente tiene derecho a ser feliz”.
No es mentira, sin embargo, tal parece que el actual gobierno cree que bajo el derecho a la felicidad y el esparcimiento se pueden sofocar la responsabilidad y la obligación de velar por el bienestar general de su gobernados.
La gente no ignora sus razones; la mayoría sabe bien que los conciertos gratis, los festivales inventados, los adornos grandes en plaza y otros cientos de ocurrencias accesorias, son solo la expresión estética de la necesidad que tiene el gobierno actual de seguir vigente, ser la opción agradable y continuar su proyecto ganando espacios en el 2024.
Pese al intento, todo circo tiene su acto final y la insatisfacción de aquellos que, en la periferia del show, padecieron sin ser atendidos o al ser descalificados, es una consecuencia del estilo personal de gobernar que debe ser mencionada cuando se critiquen los proyectos faranduleros del actual gobierno durante la campaña del próximo año.
No olvidar, por cierto, que esta forma “espectacular de gobernar” ha permeado y se ha vuelto manda en los gobiernos municipales de diversos alcaldes y actividades públicas de algunos diputados. Si no me creen, pregúntenle al diputado federal Segovia Hernández (uno de los peores evaluados) qué hizo para el día de el niño en un municipio de su distrito.
4.- Las promesas vencidas
El gobierno ha hecho una campaña permanente para elevar a rango de milagro los someros logros en materia de movilidad producto de sus compromisos de campaña: becas de transporte, placas gratuitas, legalización de autos chocolates.
Estos programas, pese a ser considerados como logros, son más bien presunciones crecidas para dejar en la sombra otras tantas promesas de campaña que, eran más atractivas, pero nunca se realizaron.
Entre las más importantes de las promesas vencidas: la construcción de hospitales.
En campaña, el gobernador afirmó que su administración construiría cinco hospitales de especialidad en cada región del estado; la promesa, igual que otros compromisos demasiado avanzados para sus pretensiones, no se concretó y su administración prefirió edificar un nuevo proyecto llamado “clínicas rosas” que fue planeado con prisa, supuestas buenas intenciones y mucho interés electoral.
5.- El régimen de la opacidad
Aunque es un tema demasiado técnico para ser abordado a manera de crítica en una competencia electoral, la forma en que el actual gobierno (secundado por diputados secuaces y alcaldes mudos) ha emprendido un gobierno de opacidades, es una falta al estado de derecho y una violación a los derechos humanos del ciudadano que debe ser mencionada.
No saber cuánto costaron las obras insignia, ocultar los gastos y empresas vinculados con la remodelación de los parques Tangamanga, sostener una campaña de opacidad y ocultamiento desde la Oficialía Mayor, descalificar a los solicitantes anónimos de información e incluso llegar a ocultar por lo que resta del gobierno en turno los contratos de compra de las patrullas de la Guardia Civil del Estado, son temas con un especial tinte violatorio de derechos que debe ser recordado y narrado con paciencia para recordarle al pueblo que, sin que se diera cuenta, el gobierno abusa de su poder y podría, detrás de ese muro opaco, estar cometiendo ilegalidades.
Estos son solo algunos de los puntos torales que deberá repasar aquella campaña de oposición que busque ser competitiva; no son obligatorios si la campaña no lo permite, pero son una recomendación amable para quienes, hoy, no son considerados como una opción.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.