Por Victoriano Martínez
El 20 de julio de 2007, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, acompañado por el gobernador Marcelo de los Santos Fraga, inauguraron en Tamazunchale una planta de ciclo combinado que se considera la termoeléctrica más grande de América Latina, hasta hace unos días propiedad del grupo español Iberdrola.
Fue parte de la estrategia para abrir a la inversión privada la generación de energía eléctrica que hizo proliferar en el país plantas generadoras de energías presuntamente limpias, de las cuales se conocen dos de Iberdrola en territorio potosino: la mencionada en Tamazunchale y otra en Villa de Arriaga.
La experiencia potosina con ese tipo de industria para generar energía presuntamente limpia no ha resultado nada favorable.
Los ejidatarios de Villa de Arriaga han expuesto que le rentaron sus tierras a Iberdrola para la instalación de 672 paneles solares para producir energía en 750 hectáreas que pertenecían a sus ejidos y que ahora se han vuelto tierra infértil porque provocó la migración de la fauna endémica.
Pero no fue el único perjuicio, porque ni los compromisos del arrendamiento les cumplió, según testimonio del ejidatario Manuel Martínez Morales.
“Nada de lo que prometió Iberdrola se cumplió, incluso con los pagos de arrendamiento, ya que la gente no pudo acceder a ellos al argumentar que los pobladores no eran capaces de manejar ese dinero, monto del que hasta ahora no se sabe qué pasó”, comentó ante ejidatarios de Valle Umbroso, donde otra empresa pretendía instalar paneles solares en 500 hectáreas.
Los ejidatarios de Villa de Arriaga compartieron su experiencia con los de Valle Umbroso porque éstas tenían una oferta por parte de la empresa MRS Moctezuma, que pretendía rentarles 500 hectáreas para producir energías presuntamente limpias.
Tras enterarse de los efectos nocivos, sobre todo la conversión de la superficie ocupada en tierra infértil y en Villa de Arriaga dejaron de poder “cosechar y tener ganado”, los ejidatarios de Valle Umbroso descartaron la posibilidad de rentar sus tierras.
En el caso de Tamazunchale los perjuicios también se hicieron presentes. Habitantes de diversas comunidades denunciaron en un programa de televisión de Canal 11, del Instituto Politécnico, la falta de agua cerca de la planta de Iberdrola porque, para operar, utiliza 13 millones de metros cúbicos anuales del Río Moctezuma.
Pero no sólo provoca escasez de agua, sino que esa sobreexplotación del afluente del Río Moctezuma ha provocado daños a la producción agrícola, según ha denunciado la Coordinadora de Organizaciones Sociales y Campesinas de la Huasteca Potosina.
Una sobreexplotación que a su vez provoca una contaminación hídrica por la descarga de “aguas muertas” al río, con lo que afecta la producción de café, naranja y maíz, así como el incremento en los casos de cáncer.
Otro de los impactos negativos tiene que ver con la contaminación que provoca en lagunas, arroyos y acuíferos subterráneos, incluso con mortandad de peces, pero también afectaciones a la salud de la población por las emisiones de la planta.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado lunes la compra de 13 plantas generadoras de energía eléctrica a Iberdrola, entre las que se encuentra la ubicada en Tamazunchale.
Una estatización que el diputado federal Juan Ramiro Robledo Ruiz defiende con el argumento de que “las energías, el agua, los bancos y otros bienes nacionales debe administrarlos directamente el Estado. Rescatarlos con el esquema vigente de leyes, es más difícil. Es otra visión de país”.
Una estatización que convierte a la planta de Tamazunchale en una empresa pública, una empresa del pueblo dijo López Obrador, y, en consecuencia, los perjuicios que provoca a los habitantes de la región ahora estarán a cargo del gobierno federal, que tendrá que corregirlos o hacerse responsable de su continuación.
De paso valdría la pena que revisara el trato que Iberdrola da en casos como el de Villa de Arriaga, que no se encuentra entre las 13 adquisiciones, pero tampoco se menciona en el sitio Web de Iberdrola.
Entre las labores que tendrá que hacer el gobierno, al menos en el caso de Tamazunchale, será tomar medidas para que la generación de esa energía sea realmente limpia, porque si bien no se hace negocio con Iberdrola, sino que “no se entregan bienes estratégicos a los extranjeros” y más bien se rescatan… es de esperarse que también rescaten a la población de los perjuicios provocados.