María Ruiz
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en el estado, Juan Manuel Pérez Herrera, indicó que la aplicación del impuesto verde requerirá voluntad no solo de constructoras y ladrilleras, sino de usuarios compradores para poder realizar un impacto beneficioso al medio ambiente.
Esto luego de que el Congreso del Estado aprobó este nuevo gravamen, del cual dijo tendrán aún más mesas de diálogo con las autoridades estatales a lo largo de tres meses para poder hacer escuchar todas sus inquietudes.
“Sabemos que es un impuesto que se va aplicar y va modificar la forma en que trabajan las constructoras, será una manera de regular su trabajo, pero sobre todo la relación tan intrínseca que tienen las ladrilleras con esto”.
En este sentido, Pérez Herrera señaló que los jefes de las obras que ejecutan construcción de vivienda se tendrán que apegar a reducir el uso de ladrillos considerablemente, por lo que la única opción será construir con bloques de concreto, los cuales no originan daños al medio ambiente y no tienen implicaciones en la salud de las personas.
Detalló que el impuesto verde llega a cambiar la visión de las personas que adquieren una casa, pues la mayoría de ellas se apegan a los beneficios térmicos que da el ladrillo en las construcciones, situación que tendrá un cambio obligado, pues migrarán a la construcción con otro tipo de materiales.
“Se van a realizar trabajos y estudios a los que se sumó la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el Ayuntamiento de la capital y Cemex, para llevar a cabo una serie de protocolos y hacer una realidad, un terreno dispuesto específicamente para las ladrilleras y que estas migren poco a poco a la elaboración de bloques de concreto”.
Pérez Herrera también aseguró que los ladrilleros están dispuestos a migrar sus procesos de trabajo, siempre y cuando las constructoras locales garanticen la compra del producto, un cambio paulatino del que podrá beneficiarse la población con menos emisión de contaminantes.
“La cuestión es que les podamos garantizar la compra del producto, ya sea como autoridad y como iniciativa privada, lo cual es muy difícil, pero desafortunadamente la suma de esfuerzos en este caso de la cementeras, podrían ayudar a abaratar el costos para nosotros como productores y también de la construcción”.