María Ruiz
San Luis Potosí enfrenta una situación crítica respecto a la violencia contra la infancia, de acuerdo con Gloria Serrato Sánchez, titular del Instituto de las Mujeres del Estado (IMES).
Desde mayo de este año, el IMES ha brindado seguimiento terapéutico a aproximadamente 70 menores en municipios como Matehuala, Tamuín, Tamasopo, Ciudad Valles, Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí y Tancanhuitz.
Aunque la mayoría de los casos están relacionados con violencia psicológica, también se han registrado agresiones sexuales, incluidas dos situaciones recientes que involucran a una niña y un niño.
“En los casos de agresión sexual, los responsables suelen ser familiares directos, lo cual agrava la situación de las víctimas,” señaló Serrato Sánchez.
Hizo un llamado a las familias a escuchar y creer en los relatos de las niñas y niños cuando expresan que se sienten vulnerables.
“No podemos minimizar sus palabras, ya que la violencia sexual tiene repercusiones emocionales graves que pueden truncar el proyecto de vida de las víctimas,” enfatizó.
La funcionaria también destacó cómo la violencia contra las madres repercute en la salud mental de sus hijas e hijos.
“Los menores expuestos a conflictos entre sus padres absorben esa violencia y, al no saber gestionar sus emociones, pueden reproducir patrones nocivos,” explicó.
Ante esta situación, el IMES implementó un programa de atención psicológica para hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia en siete municipios del estado.
Para facilitar el acceso a apoyo, el IMES ha reforzado iniciativas como el Código Rosa, un programa que permite a las menores reportar situaciones de riesgo a través de mensajes por Internet.
Serrato Sánchez enfatizó que cualquier persona puede acompañar a una menor a presentar una denuncia, especialmente si los padres o tutores son los agresores.