Por Antonio González Vázquez
Día del Trabajo en la plaza, primero de mayo en el destruido centro histórico de San Luis Potosí. El día en que la desmemoria alcanzó a los maestros que ya nunca más volvieron a gritar “el que no brinque es charro”, el día en que la penosa realidad de los salarios de miseria se reflejo en el brillo de un trombón. Es la imagen del desfile del Día del Trabajo, va andando un músico en marcha, en pleno contingente y va tocando, seguidamente nada festivo porque el salario no avanza sino para apenas mal vivir. El Día del Trabajo bajo un sol capaz de derretir hasta las más ambiciosas esperanzas de incremento salarial emergente, el mismo día en el que parafraseando a Brozo, “su presidente, el presidente de ustedes” Henry Monster Peña dijo en tono demagógico que “para el fin de año, el salario tendrá mayor poder adquisitivo”. Uno de Mayo frente a palacio de gobierno a donde desde hace años el gobernante en turno ya no va, ya no quiso escuchar mentadas de madre ni rechiflas estruendosas. Uuyy, que delicado. Es Día del Trabajo y ya no es como antes. Los líderes charros, en su selecta mayoría, se llevaron a sus huestes a celebrar en privado y le dejaron las calles a los que por alguna razón siguen marchando aunque sus conquistas sigan intocadas, como el caso de los maestros de las secciones 26 y 52 del SNTE que cambiaron las consignas combativas por adulaciones para sus dirigentes, ya hasta de campaña fueron muchos vestidos en los colores de Nueva Alianza. Día Uno de Mayo y el gobernador Carreras conviviendo con los cetemistas que parecen estar orgullosos de tener dirigentes millonarios. Nada que celebrara en el Día del Trabajo que se ha vivido por más de tres décadas de desplome en el poder adquisitivo del salario, por tanto, un Día para las Mentiras, como esa gigantesca de que en México “Estamos construyendo la justicia laboral del siglo XXI”, Peña dixit. Con similar tono de simulación, el gobernador Carreras sentenció y aseguró que “de la mano del sector obrero se fortalece la paz laboral y social de San Luis Potosí”. Así es ahora el Día del Trabajo, es el día que el gobernador hace apología del charrismo sindical, como bien ilustra el gobernador Carreras: “nuestro desarrollo tiene en la CTM un sindicalismo moderno que impulsa la estabilidad social, promueve la economía y es factor en el fomento de la vocación emprendedora al aportar un elemento fundamental: un clima de paz laboral envidiable”, así o más choro infumable, como sea, así es ahora el Día del Trabajo, fecha propicia para departir con dirigentes con 20 años en el poder. Aunque no se alcanza a percibir bien, eso es lo que se ve en la imagen que les presenta Astrolabio, una plaza domada en la que unos cuantos miles se manifiestan más por obligación que por convencimiento. En el fondo el, palacio de gobierno vacío, sin gobernador a quien no conviene molestar con las ingratas consignas por un mejor salario y mejores condiciones de vida.
