María Ruiz
En un giro alarmante tras la marcha simbólica encabezada por elementos del H. Cuerpo de Bomberos, Francisco Portillo Fuentes, comandante e integrante de la mesa directiva del cuerpo, denunció haber recibido una amenaza de muerte.
La movilización en la que los bomberos exigieron el pago de sueldos retroactivos, aumento salarial y transparencia en el uso de recursos al patronato de bomberos, culminó sin respuestas claras de las autoridades capitalinas y estatales.
Portillo Fuentes reveló que la amenaza ocurrió la noche anterior a la manifestación y que, aunque inicialmente dudó en compartir la situación, decidió hacerlo público ante sus compañeros y las autoridades presentes.
“Anoche recibí una amenaza de muerte. No sé por qué este asunto laboral ha llegado a este punto, pero quiero dejar claro que responsabilizo directamente a quienes han estado involucrados”, expresó con preocupación.
Durante la marcha, los bomberos mantuvieron diálogos con representantes del gobierno, pero según Portillo Fuentes no hubo soluciones concretas.
“El secretario nos prometió que iba a hablar con el gobernador, pero de momento no hemos visto resultados tangibles”, comentó.
A pesar de la apertura inicial por parte de las autoridades, el comandante mostró su inquietud por la falta de respuestas efectivas y por las amenazas recibidas.
“Lo que pase a partir de ahora, no solo a mí, sino a mi familia y a mis compañeros, es responsabilidad de aquellos que están detrás de esta amenaza”, advirtió Portillo Fuentes.
Ante esta situación, los bomberos señalaron que el subsecretario de Gobierno, Jorge Vega Arroyo, ya ha sido informado de la amenaza y, según Portillo Fuentes, las autoridades estatales han comenzado a discutir posibles medidas de protección.
“Me lo plantearon esta mañana y esperamos que puedan brindarnos el apoyo necesario”, comentó.
A pesar de las amenazas y la incertidumbre, los elementos del H. Cuerpo de Bomberos se mantienen firmes en su lucha por mejoras laborales y continuarán exigiendo respuestas de las autoridades. Sin embargo, la situación se ha tornado aún más delicada ante el riesgo personal que ahora enfrenta su liderazgo.