Por Victoriano Martínez
¿Hasta dónde el Interapas tiene que ajustarse al refrán que reza de lo perdido lo que aparezca con tal de reducir su cartera vencida con programas que muestran más atractiva la morosidad que ser puntuales en los pagos?
El Congreso del Estado tiene previsto para este jueves adicionar el artículo octavo a las disposiciones transitorias del decreto 607, que establece las cuotas y tarifas del Interapas para este año, para autorizar un programa de incentivos a los deudores del organismo operador del servicio de agua potable. Uno más que busca abatir la creciente cartera vencida.
Los descuentos para los morosos van de un 30 a un 50 por ciento, como un beneficio que se aplica en mayor porcentaje a quien debe menos, y en menor porcentaje a quien debe más. Una presunta combinación de proporcionalidad y progresividad en los incentivos que –es de suponer– pretende que los beneficios para los morosos resulten equitativos, conforme al monto de los adeudos.
En términos relativos es posible que se logre la apariencia de que se perciban como equitativos los apoyos, aunque en una conversión a los términos absolutos es bastante claro que a quien debe más se le otorga un mayor beneficio.
La Real Academia de la Lengua define “incentivar” como la acción de “estimular algo para que aumente o mejore”; en tanto que un incentivo es algo “que mueve o excita a desear o hacer algo”.
Sin duda el programa que se propuso con el nombre “¡En 2023, acaba tu deuda de una vez!” y finalmente se dictaminó como “Acaba tu deuda de una vez” no busca estimular que aumente la cartera vencida del Interapas, aunque ese podría resultar uno de sus efectos.
Y es que la forma en que se plantea que pague sólo la mitad a quien debe de mil a 10 mil pesos, y de esa forma con descuentos en cinco rangos con diferencia de 5 puntos porcentuales, hasta llegar al menor descuento posible de 30 por ciento para quienes deben 40 mil pesos o más, sin duda podría resultar atractivo para los deudores de cada rango.
Pero ¿hasta dónde el atractivo del descuento directo expresado en términos porcentuales (relativos) se puede ver desplazado por el beneficio expresado en los montos económicos de ahorro que representan los porcentajes en cada rango (absolutos) que muestran que quien más debe más ahorra?
Dicho de otra manera: para quien debe de mil a 10 mil pesos, ¿qué le puede resultar más atractivo: ahorrar un máximo de 5 mil pesos o esperar a deber más de 40 mil pesos para ahorrarse de 12 mil pesos para arriba?
Para quien deba hasta 10 mil pesos el mensaje es claro: puede despreocuparse si se mantiene sin pagar el servicio porque si hay “incentivos” para quien debe más de 40 mil pesos significa que se puede mantener sin pagar sin que lo dejen sin el servicio, y mientras más aumente su deuda lo que al final se ahorrará será una cantidad mayor. Un doble incentivo para no pagar.
Desde la perspectiva del deudor la disyuntiva queda entre hacer un esfuerzo por pagar su deuda en una sola exhibición con un porcentaje de descuento, o mantenerse sin pagar con la expectativa de acceder a un beneficio mayor en el monto absoluto, con el incentivo adicional de que parece no haber límite en lo que es posible acumular como adeudo.
Por años la cartera vencida de Interapas se ha mantenido en una tendencia creciente a pesar de los constantes programas de apoyo para que los deudores se pongan al corriente. Por años no se ha encontrado la fórmula para resolver el problema que representan los deudores y el programa “Acaba tu deuda de una vez” no tiene trazas de serlo.
“El recurso recaudado bajo este programa será invertido de manera directa e inmediata para solventar el costo de producción de agua potable y la operación de la infraestructura hidrosanitaria que permita prestar los servicios en favor de los habitantes de la Zona Metropolitana de San Luis Potosí, y por consiguiente enfrentar el estrés hídrico por las condiciones naturales que se han presentando en el estado”, señala la exposición de motivos de la iniciativa de Interapas.
Un objetivo enfocado y motivado por lo urgente al grado de que pone en riesgo que el efecto resulte negativo al dejar abierta la posibilidad de que resulte más atractivo mantenerse en la morosidad que buscar ponerse al corriente.
