Carlos Rubio
San Luis Potosí despertó “bajo el agua”. Era imposible caminar por las calles o siquiera ver el suelo. Quienes tenían la urgencia de llegar a algún lugar tuvieron que adentrarse en el mar de aguas negras y basura que superaba el nivel de las banquetas. Las inundaciones no sólo son responsabilidad de las autoridades: hay 824 mil 224 culpables en el municipio.
Las alcantarillas se encuentran repletas de la basura que la corriente trajo hasta nuestros ojos. Esa basura que el día de ayer dejamos caer al piso cuando íbamos caminando por la calle. La envoltura de algún alimento, una botella de plástico, comida y bolsas de basura, son sólo algunos de los desechos que el día de hoy obligan a los potosinos a caminar con el agua hasta las rodillas.
Según el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Gobernaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al 2018, en promedio, diario en la capital de SLP se recolectaban 677 mil 410 kilogramos de basura, ¿y lo que no se recolecta? El día de hoy lo podemos observar, cuando el agua logre escapar por las alcantarillas, lo único que quedará serán los residuos de una inexistente cultura ambiental.
Además de la basura que se tira a propósito en las calles, está la que se deja en postes, árboles o afuera de las casas para su recolección, otro error garrafal por parte de la ciudadanía, que únicamente provoca que el agua se la lleve y la disperse por las calles aledañas o incluso varios kilómetros a lo lejos de donde la dejaron.
La siguiente fotografía fue tomada en la calle Cuauhtémoc, a la altura de la Facultad de Derecho, una de las calles más afectadas junto con Mariano Jiménez. Sobre la banqueta se dejaron cajas y junto a ellas una bolsa con basura. Se encontraron ahí alrededor de las 11 de la mañana, justo después de las fuertes lluvias que se presentaron. La inconciencia es evidente.
En todo el estado, al año 2018, se promedia diariamente una recolección de un millón 866 mil 670 kilogramos de basura. De esa tarea se encargan dos mil 563 personas.
Otra problemática de las inundaciones es el gran tráfico generado en la ciudad. En época de lluvias los accidentes automovilísticos aumentan y no sólo el agua los ocasiona, sino la falta de precaución por parte de los automovilistas y la nula reacción ante situaciones inesperadas.
¿Será esta una consecuencia de la eliminación del examen de manejo para obtener una licencia de conducir? En el 2016, se aprobó en el Congreso del Estado una reforma al artículo 36 de la Ley de Tránsito del Estado de San Luis Potosí, la cual permite a quienes realicen el trámite para la obtención de licencia de conducir, evitar el examen de manejo y obtenerla automáticamente sólo presentando los documentos indicados.
El pretexto para esta reforma fue eliminar uno de los focos de corrupción más grandes del estado. Sin embargo, con esto ahora casi cualquier persona puede manejar un automóvil en la ciudad, aunque no esté calificada para hacerlo. Tal vez en lugar de eliminarlo, se debió cambiar la forma en la que se realizaba.
La realidad es que al día de hoy una ligera llovizna causa un caos vial derivado de la falta de pericia de los conductores, e inundaciones, producto de los residuos que dejamos conscientemente en las calles.
En estos días salen a flote los errores que cometimos los potosinos en el pasado.