Estela Ambriz Delgado
Lo jóvenes José Everardo López Castro, de la comunidad El Mezquital, e Isaac Jiménez, de la comunidad San José, ambas pertenecientes al municipio Villa de Arriaga, han desarrollado diversos bioinsumos que aplicaron en las milpas y otras plantas en sus localidades con buenos resultados, como en el caso del inductor de crecimiento y resistencia a la sequía para las plantas, por lo que decidieron compartir su conocimiento con la ciudadanía por medio de pláticas y talleres.
Como parte de las actividades que el colectivo Guardianes de la Sierra lleva a cabo para incentivar la participación ciudadana en la defensa del Área Natural de Protección de Flora y Fauna Sierra de San Miguelito, realizaron un breve taller en el que los jóvenes compartieron su experiencia y dieron instrucciones para la preparación del inductor de resistencia a la sequía.
José e Issac forman parte de un grupo de becarios del programa federal Jóvenes Sembrando Vida que, con la asesoría de ingenieros que los capacitaron y dotaron de manuales, han desarrollado además del inductor, fertilizantes naturales, fungicidas, y lombricomposta, entre otros bioinsumos.
Los jóvenes informaron que este inductor ayuda a las plantas a mejorar la absorción de nutrientes para su crecimiento, les da un mejor follaje, así como resistencia a la sequía, está hecho con sábila, ácido acetilsalicílico y agua.
Explicaron que se elabora con un litro de extracto de sábila, una cápsula de aspirina disuelta y 19 litros de agua. De la mezcla resultante, se disuelven dos litros en 15 de agua, para poder aplicar alrededor de 20 mililitros por planta, muy temprano por la mañana o tras la puesta del sol, pues los rayos de luz pueden quemarla con este potenciador.
Advirtieron también que si este inductor se usa en exceso puede tener consecuencias negativas, pues estresaría la planta y ello impide su crecimiento, por lo que no debe excederse de alrededor de 20 ml por planta, a fin de dar tiempo a que se absorban poco a poco, que es la forma idónea en que debe trabajar este inductor, pues cada nutriente que le llega a la raíz se consume lentamente.