Frater Ignatius
Marx nació en Treves, Alemania y vivió la última parte de su vida en Inglaterra. Fue enterrado en el cementerio Highgate de Londres. Su obra junto con la de su gran amigo y mecenas Engels, influyó profundamente en los sucesos políticos de Rusia y Europa Oriental en el siglo XX, siendo el favorito de los intelectuales europeos y norteamericanos hasta la década de 1960. Obras emblemáticas de este pensador y periodista son El manifiesto comunista y El capital.
Hegel se puede considerar como maestro de Marx en cuanto a la filosofía que respalda al filósofo. Hegel se desarrolla en lo abstracto y Marx en lo físico, en lo material. Hegel tiende a lo Absoluto, mientras Marx mira con ojos certeros el día a día y confiere a su teoría un toque meramente ateo y materialista.
El hombre debe sobrevivir a un mundo hostil y para ello tiene que convertir la materia bruta natural en productos que le sirvan para su supervivencia. Así, la economía es el factor condicionante de la vida.
Existe en el mundo una incesante lucha de clases, las cuales se mueven y accionan según la dialéctica. En todo acontecer económico de fuerzas de transformación existen tesis, antítesis y síntesis que obedecen a esa ley de movimiento dialéctico.
La tesis del capitalismo, por así decirlo, genera la fuerza opuesta llamada proletariado. La síntesis que Marx prevé es el socialismo. Sostiene que el socialismo es el medio más eficiente de asegurarse que los seres humanos luchen para sobrevivir. El socialismo es, según Marx, un resultado natural de las condiciones económicas operantes sobre el ser humano. La moral no se toma en cuenta.
Para Marx la mente no existe como un sujeto pasivo en un mundo externo, como la tradición empírica que Locke habría descrito. Junto con Kant, Marx comparte la idea de que la mente forma parte de un engranaje con los objetos del conocimiento.
Marx sostuvo que el sujeto y el objeto de la experiencia están en un proceso continuo de adaptación. Siempre debemos dar orden a nuestra experiencia en formas prácticas, para hacerla útil para nuestra supervivencia.
Marx fumaba en exceso y también bebía alcohol. Tal vez eso contribuyó para que muriera relativamente joven. Su pensamiento es de enorme importancia en el mundo, tanto en términos filosóficos como económicos, sociológicos, antropológicos e incluso científicos. Ha inspirado a multitud de intelectuales y también a artistas.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Administración y Maestro con especialidad en Educación por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Amante de la cultura, la filosofía, la literatura, el cine y las matemáticas. Gusta de leer y escribir sobre historia, psicología y filosofía.
