El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
La recién creada Fiscalía General del Estado jugaría el papel de instancia procuradora de las sanciones a que se hicieran acreedores los responsables de los actos ilegales que detectara el Sistema Estatal Anticorrupción. Por eso su autonomía era una condición indispensable. La de Ambrosio, el labriego venido a salteador, era una carabina inservible a la que achacaba su fracaso por provocar “poco respeto a los que él asustaba”. El pasado jueves 27 de octubre, los potenciales –y otros ya más que potenciales– actores de actos de corrupción se mostraron unánimes en darle al Sistema Estatal Anticorrupción el papel de Ambrosio, y lo armaron con una Fiscalía a modo, cuyo titular lanzó, con la candidez de aquel labriego, la consigna “a partir de hoy soy Fiscal, soy autónomo”. Como los caminantes a los que asaltaba Ambrosio, a quienes el Sistema Estatal Anticorrupción les debe cuidar las manos soltaron la carcajada y festejaron la broma… para seguir su camino pavimentado de impunidad.
En privado, diputados quitan el fuero al autor de la Ecuación Corrupta
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