La carta a los cuerpos imperfectos que se ha hecho viral

 

Ciudad de México (08 de julio de 2016).- Jessica Gómez, autora de ensayos y álbumes ilustrados, dirige la carta a una chica que observa mientras disfruta con sus hijos de un día por la playa de Xivares en Asturias.

QUERIDA CHICA DEL BAÑADOR VERDE:

“Soy la mujer que está en la toalla de al lado. La que ha venido con un niño y una niña”, Comienza escribiendo Jessica.

En la carta le habla a la adolescente que se siente insegura de su cuerpo, que se mantiene detrás del grupo de amigos por tener un físico que no encaja con los modelos que la sociedad ha impuesto.

“Te he visto ponerte detrás de todo el grupo, disimuladamente y quitarte la camiseta cuando creías que nadie te miraba. Pero yo te vi, No te miraba, pero te vi.

Te he visto sentarte en la toalla en una cuidada postura, tapando tu vientre con los brazos.” Explica la autora de ensayos a la anónima chica del traje verde.

La publicación en Facebook acumula más de 110 mil me gusta y ha sido compartida por más de 120 mil usuarios, ha logrado tocar un tema común a la mayoría de las mujeres en el mundo, la vergüenza de mostrar su cuerpo cuando van a la playa, un cuerpo que consideran imperfecto.

Me gustaría poder decirte que ese cuerpo del que pareces avergonzarte es bello sólo por ser joven. Es bello sólo por estar vivo. Por ser envoltorio y transporte de quien en realidad eres y poder acompañarte en cuanto haces”.

Los estereotipos creados por las marcas que someten a las mujeres a grandes presiones por mantener un cuerpo parecido al de las modelos, ha generado ya diversas reacciones por parte de mujeres alrededor del mundo que han comenzado a mostrar con seguridad las distintas formas de sus cuerpos.

“Me gustaría poder decirte que –créeme, créeme, créeme- eres perfecta como eres sublime en tu imperfección

Pero, ¿qué voy a decir yo, si solo soy la mujer de al lado?” añade Jessica, quien finaliza la carta argumentando que a pesar de que no pueda dirigirle las palabras explícitamente a la chica, educará a sus hijos de forma que se amen tal y como son y que aprendan a amar a los demás con sus imperfecciones.

“Aunque, ¿sabes qué? Que he venido con mi hija. Es la del bañador rosa, la que juega en el río y se está untando arena. Hoy sólo le ha preocupado si el agua estaría muy fría

A ti no te puedo decir nada, querida chica del bañador verde…

Pero todo, TODO, se lo voy a decir a ella.

 

 

 

 

 

 

Fuente: Excélsior.
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