Por Victoriano Martínez
No hay rumbo de la ciudad desde donde no sea perceptible la cada vez más amplia capa de contaminación que impresiona e impacta, pero que a muy pocos hace reaccionar, incluidas dos entidades públicas que cuentan con datos sobre su magnitud y el riesgo que representa y hasta ahora poco han hecho para atender y resolver el problema en lo posible.
La primera de esas entidades, obligada por Ley a buscar soluciones, es la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM), cuya titular, Sonia Mendoza Díaz, consideró el aumento en la contaminación ambiental como una situación cada vez más evidente que ya se analiza en profundidad y ya se buscan soluciones.
Ha transcurrido más de la mitad del sexenio del gobierno presuntamente verde ecologista, y apenas se comienza a analizar y buscar soluciones sobre un problema que desde el sexenio pasado ha sido un tema que requiere atención urgente y apenas llega una encargada del tema que se pronuncia al respecto a 34 días de haber asumido el cargo.
Mendoza Díaz anunció que se llevará a cabo una reunión con las dependencias involucradas para definir posibles medidas, entre las que no debe descartarse un programa hoy no circula y que la ciudadanía debe ser consciente sobre el impacto ambiental provocado por la gran cantidad de automóviles en las calles.
Una primera señal de que, como autoridades en la materia, parece que comienzan a ser conscientes de la magnitud de la contaminación y ya muestran la intención de cargar culpa a la ciudadanía inconsciente que ha sacado a las calles un parque vehicular de más de 900 automóviles.
¿La SEGAM cuándo le ha dado a conocer a la población estadísticas relacionadas con las emisiones contaminantes de los automóviles? ¿Qué proporción de la contaminación proviene de los vehículos y cuánta de industrias, comercios y otras fuentes de contaminación, como las ladrilleras?
Si desde hace más de una década se hubiese informado con regularidad sobre ese tipo de estadísticas y los efectos en la salud de los habitantes de la ciudad, no sólo la ciudadanía sería más consciente del problema, sino que la propia SEGAM tendría muchos más elementos como para comenzar análisis en profundidad y una búsqueda de soluciones.
El problema no es tanto que lo que pudo ser ya no fue, sino que lo que tendría que ser sólo es mero discurso sobre un futuro que hace 34 días recibió por parte del sector empresarial el beneficio de la duda, en tanto que por parte de la organización ciudadana más constante en la lucha por la calidad del aire, Cambio de Ruta, abrió la esperanza de apertura y diálogo.
¿Cuánto dura el beneficio de la duda? ¿Cuánto tiene que esperar una organización que ha acreditado su promoción por la calidad del aire desde hace ocho años para ser convocados a dialogar sobre el tema y ser escuchados para que expongan sus propuestas? ¿34 días? ¿Cuántos más?
Y no es que falten datos sobre la situación que se vive con la contaminación. La Universidad Autónoma de San Luis Potosí cuenta con un área de estudio que ha generado información al respecto: la Coordinación para la Innovación y la Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (CIACyT).
Entre los proyectos del CIACyT se encuentran un Programa Modelo de Innovación para la Identificación y Monitoreo de Contaminantes Atmosféricos a través de Tecnología Espacial, en tanto que, en la línea de cambio climático, trabaja en la evaluación de la fracción orgánica presente en las partículas atmosféricas en el estado de San Luis Potosí.
No obstante, pareciera que los resultados de su trabajo se toman tan literal el carácter académico, que no salen de ese ámbito. Como si no fuera información necesaria para que la población tome consciencia del problema, pero también como si no resultara esencial para que las autoridades del sector cuenten con datos duros para definir políticas públicas.
Hace más de dos años, se conoció información originada en el CIACyT que ya mostraba un panorama alarmante: mientras la ciudad cuenta –desde entonces y hasta la fecha– con un sistema de monitoreo del aire incompleto y deficiente, los indicadores que analizaron mostraron que la contaminación en San Luis Potosí supera a la de la Ciudad de México.
Cada día la contaminación del aire es más visible.
Cada día el indolente incumplimiento de la Ley Ambiental del Estado por parte de la SEGAM y del gobierno verde ecologista de Ricardo Gallardo Cardona provoca que se aumenten los riesgos en la salud de los habitantes de la ciudad, con total impunidad.
Cada día que la UASLP evade su responsabilidad moral con la sociedad para advertirla de los riesgos que con sus estudios reconoce en cuanto a la contaminación del aire, la priva de la posibilidad de reacción para prevenir daños en su salud, sea como respuesta por parte de la autoridad o como presión ciudadana para que la autoridad responda.
Sí, la contaminación del aire cada día es más visible. Quizá sólo falte que comiencen a caer aves de los árboles y cables de la CFE y se presente una epidemia grave de enfermedades respiratorias para que el gobierno estatal, la SEGAM y la UASLP reacciones… esperemos que no con un plan emergente propagandístico. Porque luego no falta.