Por Victoriano Martínez
La crisis por el suministro del agua potable que han generado las doce fallas que este año se han presentado en el acueducto proveniente de la presa El Realito exhibe un perjuicio que va más allá de la de por sí muy grave falta del líquido en casi la mitad de la ciudad.
El proyecto fue presentado en 2007 como una medida que no sólo garantizaría el abasto de agua potable a gran parte de la ciudad sino que contribuiría a disminuir la sobre explotación de los acuíferos del valle de San Luis Potosí y de Celaya, así como disminuir los fenómenos de aparición de grietas en las zonas urbanas.
De acuerdo con el Libro Blanco CONAGUA-08 – Diseño, desarrollo de ingeniería y construcción de la presa de almacenamiento El Realito de la Comisión Nacional del Agua, entre 2008 y 2012, se invirtieron en la construcción de la presa y el acueducto hasta San Luis Potosí mil 646 millones 353 mil 283.90 pesos.
Se construyó un acueducto de 132.5 kilómetros, de los cuales en 98 el agua llega de la planta potabilizadora hasta la zona metropolitana de San Luis Potosí por gravedad y se distribuye en seis tanques de almacenamiento, desde los que se inyecta a la red para abastecer a cuando menos 46 colonias: 16 al sur, 10 al poniente y 20 al oriente.
Aunque son 46 colonias las que han padecido el desabasto, la tarde de este lunes sólo fueron las colonias del sur las que manifestaron su inconformidad, con bloqueos en los cruces de las laterales de la avenida Salvador Nava Martínez con Coronel romero, Mariano Jiménez y Xicoténcatl. El nivel de la protesta puede extenderse considerablemente.
La Comisión Estatal del Agua se ha allanado a declarar reservada la información sobre la presa El Realito, los contratos con la concesionaria del acueducto y hasta la propuesta ganadora de la licitación así como las penas contempladas en caso de fallas, ante quienes han solicitado vía Transparencia esos datos.
El pretexto: “los documentos en mención, se encuentran en un proceso de juicio de nulidad, estos juicios tienen los siguientes números de expediente: 1821/2017/1, 339/2019/2, 645/2019/3, 543/2020/3, 704/2020-II, los cuales ha esta fecha no han causado efecto”.
El dato revela que desde 2017 se tienen problemas con la empresa que presta el servicio del traslado del agua desde El Realito a la ciudad sin que hayan logrado resultados para garantizar el servicio a quienes, con toda razón, comienza a manifestar su desesperación.
El Libro Blanco de CONAGUA sobre la construcción de la presa El Realito, presentado 9 de octubre de 2012 por Ricardo Garza Blanc, director local de CONAGUA en San Luis Potosí, señala problemas que tuvieron que enfrentar sobre la marcha y se enumeran para ser considerados en obras futuras de esas dimensiones:
a. En la elaboración de las bases, ahora convocatoria, debe realizarse por personal que tenga mucha experiencia en la realización de las obras que se vayan a licitar, y contemplar todas las posibilidades de problemáticas que se puedan presentar durante su ejecución a fin de evitar dentro de lo posible reclamaciones por parte de las empresas.
b. Que se tenga especial cuidado en las respuestas que se dan a las empresas en las juntas de aclaraciones (hoy información reservada por el CEA), vigilando las repercusiones que estas tendrán posteriormente en la realización de las obras y que participe el personal que conozca perfectamente el proyecto.
c. Que el personal que evalúa las proposiciones sea dentro de lo posible el mismo que elabore la convocatoria.
d. Que el residente de la obra y el personal de las empresas encargadas de la construcción y la supervisión de las obras cumpla con el perfil necesario según el tipo de obra y que logre mantenerse durante toda su realización.
e. Que se dé una atención correcta y oportuna a la bitácora de obra y que se atiendan en forma expedita todos los problemas que se presenten.
En el documento se afirma que se “esta problemática fue atendida en su oportunidad por el personal que participó en la ejecución de la obra, permitiendo que esta se terminara como estaba planeado”.
A la construcción de la presa la siguió la construcción del acueducto, con dimensiones similares a las de la presa, por lo que resulta de trascendencia pública que se informe si en esa obra se atendieron las recomendaciones del Libro Blanco de El Realito. Por ahí podría surgir la clave de tantas fallas en el acueducto.
“En tanto, Interapas continúa con el plan de atención emergente a colonias ubicadas en la zona de afectación, la Dirección de Operación y Mantenimiento realiza movimientos de válvulas para brindar servicio a través de la red general”, informó el Ayuntamiento en un comunicado.
Además, se habló de trámites ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la reapertura de pozos en las colonias que son suministradas por El Realito.
Atender lo urgente es obligado, pero la solución de fondo está en la revisión integral de los 98 kilómetros de acueducto, detectar las fallas potenciales y adoptar las medidas preventivas.
De no hacerlo, el riesgo de que la millonaria obra no logre disminuir la sobre explotación de los acuíferos del valle de San Luis Potosí y reducir la aparición de grietas en la zona urbana será alto, y habrá sido en vano.
Tan solo en el caso de los mantos acuíferos enfrentan ya la urbanización de parte de las zonas de recarga al poniente de la ciudad y la amenaza de hacer fraccionamientos en la Sierra de San Miguelito que atentarían contra la cuenca hídrica.
Una mala combinación en la que la ciudad dependería cada vez más de El Realito, pero con sus fallas, tendría que recurrir a los mantos acuíferos como una amenaza más para su abatimiento.
