Antonio González Vázquez
Cuando Enrique Francisco Galindo Ceballos andaba en campaña por la presidencia municipal de San Luis Potosí, realizó un mitin en El Saucito y dijo algo que parece haber olvidado.
Las y los habitantes de ese populoso y tradicional sector de la ciudad le refrescan la memoria al olvidadizo edil, con un mensaje tan sencillo como contundente: “El valor de un hombre se mide por el valor de su palabra”.
“Comprometo mi palabra a que estudiemos a ver qué hacer aquí, ya les expliqué mi visión; no es un proyecto, no soy ingeniero, soy abogado, pero que traigamos a los ingenieros, que desarrollemos un proyecto, que lo veamos y si ustedes se convencen que no ponga en riesgo no solo la iglesia, sino nada, ningún negocio, ninguna casa y que sí tengamos un lugar más digno para el Señor del Saucito. Yo no quiero marchas, si no les gusta no lo hacemos”.
En noviembre de 2021, apenas un mes después de haber tomado posesión del cargo, el edil presentó el proyecto para construir un puente a desnivel en la avenida Fray Diego de la Magdalena, cuyo túnel inicia frente a la Iglesia al Santo patrono.
Algunos gobernantes son de mecha corta y otros de memoria microscópica.
La frase dirigida a Galindo tiene una carga eminentemente moral ya que tiene que ver con el honor, rectitud, verdad y honradez.
Es un mensaje que apela a que quien hace una promesa la honre en los hechos.
Hace unos días, el Juzgado Segundo de Distrito resolvió un juicio de amparo contra la obra municipal y autorizó que el proyecto siga adelante, como era el deseo de Galindo.
Fiel a su conducta de ofrecer una cosa para no cumplirla, durante el juicio que en su primera fase había resuelto la suspensión, el alcalde enterró la voluntad de la gente y pasó del “si no les gusta, no la hacemos” a “lo que el Juzgado decida”.
Decía que él acataría el fallo, pero ya había entrado en desacato a sus propias palabras, mismas que es necesario reiterar tantas veces como sea necesario: “si no les gusta, no la hacemos”.
La palabra del presidente municipal no tiene valor alguno; aquello a lo que se comprometió fue en un evento público del que obran videos y audios, lo dijo micrófono en mano para que todas y todos los presentes lo escuchasen, pero a él se le olvidó apenas ganó las elecciones.
Políticos de esa talla pululan por todos lados y de lo que prometen sí se acuerda la gente, a la que ofrecieron servir y terminan engañando.
Así como con la llamada “crisis hídrica”, en el caso El Saucito, el alcalde tiene de su lado a medios de comunicación, articulistas, columnistas y periodistas que hacen apología de cuanto dice y hace: en una especie de nado sincronizado en respaldo de la idea de que Galindo no hace otra cosa sino servir a las y los capitalinos.
¿Qué en campaña prometió lo contrario?
¿Eso a quién le importa?
Está claro que el presidente municipal, no.
Por eso la frase de que “el valor de un hombre se mide por el valor de sus palabras” concentra en este caso una fuerza enorme, pues orilla a Galindo del lado de quienes no honran ni su propia palabra.
Una de las frases más poderosas es la del presidente Benito Juárez García: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Tiene que ver con la democracia; el pueblo es el que manda al gobierno; es el gobierno de todos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador la utiliza prácticamente todos los días, aunque lo viene haciendo desde hace décadas para destacar la importancia de que los gobernantes escuchen y obedezcan la voz de la gente.
Así nació la Declaratoria de Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito: habló la gente.
No estaría mal que el presidente se entere y revise lo que en San Luis Potosí hizo el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Hugo Cotonieto Santeliz, a quien acusan de haberse vendido al ayuntamiento.
En su faceta de candidato, Galindo había prometido que “si no les gusta, no se hace” el puente, pero desde antes, en la administración de Ricardo Gallardo Juárez, la gente ya había dicho que no, y ahora en el gobierno actual esa negativa ha sido ratificada.
¿Por qué entonces hacer una obra que la gente no quiere?
Con independencia de todas las probables bondades de ese proyecto en favor de El Saucito y de la ciudad, el hecho es que sus habitantes no están de acuerdo.
Es decir, para que tanto brinco estando el suelo tan parejo.
Lamentablemente las y los potosinos no solo tenemos un gobernador como José Ricardo Gallardo Cardona que ejecuta obras a su capricho, como es el caso más reciente de la Arena Potosí, sino que también hay un alcalde encaprichado en un proyecto que ni los presuntos beneficiarios aceptan.
Galindo no quería marchas de protesta y las va a tener.
Es la advertencia de las y los miles que hace unos años le pusieron un alto a Gallardo Juárez y que ahora, lo enfrentarán con más fuerza y una mayor organización.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.