Estados Unidos (23 de julio de 2016).- Hay una razón por la que la Convención Nacional Republicana realizada en Cleveland esta semana presentó un desfile de mujeres mostrando testimonios acerca de su relación con Donald Trump, coronado el jueves por la noche por un amplio llamamiento realizado por Ivanka, la hija mayor y más cercana confidente de Trump. Todo ello es un reconocimiento tácito de que el nominado presidencial del Partido Republicano es profundamente impopular entre las votantes de sexo femenino, posiblemente a escala histórica, lo cual podría costarle la elección de noviembre.
Sin embargo, aun cuando Ivanka Trump y otros familiares y amigos buscan presentar al candidato como un defensor incomprendido de la igualdad de derechos, otros momentos menos ensayados en Cleveland reforzaron exactamente por qué la campaña y el Partido Republicano pasan apuros por ganarse a las mujeres. Y algunos estrategas republicanos manifestaron abiertamente su preocupación de que 2016 pudiera ser el año en el que dicho partido perdiera a las mujeres para siempre.
Ivanka Trump hizo su mejor esfuerzo para contrarrestar estas impresiones durante la última noche de la convención. Presentando a su padre, la empresaria de 34 años insistió en que él está comprometido con la igualdad de género y que impulsará políticas para apoyar a las mujeres que trabajan. “Los políticos hablan acerca de la igualdad de salarios, pero mi padre la ha convertido en una práctica en su empresa durante toda su carrera”, declaró.
“Luchará por lograr un salario igual por un trabajo igual”, prometió. “¡Como presidente, mi padre cambiara las leyes laborales establecidas en una época en la que las mujeres no constituían una porción importante de la fuerza laboral, y se centrará en lograr que una atención de calidad para los niños esté disponible y sea accesible para todos!”
La noche del miércoles, Lynne Patton, vicepresidente de la Fundación Eric Trump, pronunció un discurso igual de apasionado a favor de Trump en un video grabado previamente que se proyectó en la pantalla Jumbotron en la Arena Quicken Loans, mientras señalaba, “Soy una mujer muy inteligente, librepensadora e independiente.”
Sin embargo, Trump menciono la palabra “mujeres” sólo dos veces en los comentarios preparados para su discurso pronunciado el jueves al aceptar la nominación presidencial del Partido Republicano, mientras que los derechos de las mujeres no fueron mencionados en absoluto.
Un hombre cuyas desdeñosas críticas sobre la imagen y la conducta de las mujeres se han vuelto tristemente célebres y han sido repetidas sin descanso por los demócratas necesitará mayores intentos concertados para tranquilizar a las votantes escépticas.
Por ejemplo, en una encuesta de CNN/Opinion Research publicada el 17 de julio, se encontró que 63 por ciento de las mujeres tienen una opinión desfavorable acerca de Trump.
En la misma encuesta se encontró que la candidata demócrata Hillary Clinton derrotaría a Trump entre las votantes por un margen de 52 por ciento a 36 por ciento. En comparación, el presidente Barack Obama obtuvo el voto femenino en 2012 por un margen de 12 por ciento por encima de su contendiente republicano Mitt Romney, que en ese momento fue la mayor diferencia de género que Gallup haya medido alguna vez en una elección presidencial.
Aunque las aliadas Trump buscaron presentar una imagen más favorable de él ante el público de la convención, otros aspectos de la misma destacaron el tipo de misoginia abierta por la que Trump mismo ha sido criticado. Afuera de la Arena Quicken Loans, vendedores callejeros pregonaban la venta de camisetas que se referían a Clinton con eslóganes como “Trump that bitch!” (“¡Gánale a esa perra!”) “Hillary sucks, but not as much as Monica” (juego de palabras intraducible que se refiere al escándalo sexual del esposo de Clinton). Y las camisetas parecían venderse bien; más de un partidario de Trump se dejó ver vistiendo la segunda de las camisetas mencionadas y dando vueltas por el lugar de la convención.
En un momento muy difundido de la noche del miércoles, oficiales de seguridad tuvieron que escoltar a Heidi, la esposa del senador de Texas Ted Cruz, debido a que existían preocupaciones por su seguridad después de que había sido acosada verbalmente por algunas personas del público durante la convención. Ella estaba allí cuando su esposo, quien perdió ante Trump en la elección primaria republicana, se dirigió a los delegados, provocando sendos abucheos cuando concluyó su discurso sin apoyar a Trump.
“Ella estaba bien. Dijo que había personas gritando” contra ella, pero que eso “había sido una tontería,” declaró Jeff Roe, asesor de Cruz la tarde del jueves en un evento realizado en Cleveland y organizado por Politico. Sin embargo, reconoció que “ciertamente, los temas fueron lamentables” en relación con el tratamiento de las mujeres por parte de los republicanos.
El tratamiento propinado a Heidi Cruz “me resultó perturbador,” dijo en el evento de Politico Katie Packer, consultora republicana que encabezó un Comité de Acción Política anti-Trump en la elección primaria republicana. “Sin embargo, muchas de las cosas que se están haciendo y diciendo [en la campaña de Trump] que ni siquiera se relacionan con las mujeres resultan muy molestas para ellas… Pienso que las mujeres se repliegan ante muchas de las cosas de tipo racial que ocurren. El tipo de intimidación y fanfarronería que provienen de Trump son algo ante lo cual las mujeres se repliegan más que los hombres”. Packer advirtió que si Trump logra llegar a la Casa Blanca, el Partido Republicano estará en camino a convertirse en “un partido compuesto principalmente por varones de raza blanca.”
Otras mujeres republicanas que estuvieron en Cleveland para la convención se sintieron menos preocupadas, al menos públicamente, por la forma en que Trump afecta a la marca del Partido Republicano ante los ojos de las mujeres. Christina Hagan, representante estatal de Ohio, no respondió directamente cuando Newsweek le preguntó si le preocupaba que la campaña de Trump pudiera perjudicar el apoyo de las mujeres votantes en las elecciones de candidatos a puestos de menor nivel, como en la que ella participa. “Tenemos mucho trabajo que hacer” en relación con elegir a más mujeres para distintos cargos, señaló Hagan. “Sin embargo, en mi opinión, el género no define tu capacidad para realizar el trabajo.”
La representante de Tennessee Marsha Blackburn, que habló el jueves por la noche en la convención para apoyar a Trump, afirmó horas antes que a las votantes les preocupa más la seguridad nacional y la seguridad económica, y dijo que Trump está bien posicionado para atraerlas con respecto a estos temas. Acerca de la dura retórica hacia Clinton que se pronunció en la convención republicana, “ayer, un reportero, un reportero de MSNBC, dijo algo al respecto, ‘Oh, ¿no cree usted que todo esto acerca de Hillary está fuera de control?’,” recordó Blackburn en una sesión de preguntas y respuestas con The Atlantic. “Yo la miré y dije, ‘¿Has visto alguna vez los comentarios que recibo en Facebook? ¿Y los que recibo en Twitter? Lee esto y después hablamos acerca de lo crueles que pueden ser los liberales con las mujeres conservadoras.’”
¿Pero qué hay acerca de los comentarios de Trump con respecto a Megyn Kelly, la presentadora de Fox News?, preguntó Alex Wagner de The Atlantic. Entre otras cosas, Trump se burló de los esfuerzos de Kelly por moderar el primer debate republicano sugiriendo, en términos muy burdos, que ella estaba menstruando.
“Estoy de acuerdo contigo. Estoy completamente de acuerdo contigo”, respondió Blackburn. “Hay cosas que ha dicho y con las que no estoy de acuerdo y que desearía que no las hubiera dicho.”
Fuente: NW Noticias.