Ginebra, Suiza (26 de octubre de 2016).- En los últimos quince años (entre 2000 y 2015), la esperanza de vida en todo el mundo creció en hasta cinco años, el incremento más rápido en la historia de la salud desde la década de 1960. Esos avances invierten los descensos registrados durante los años 90, en los que la esperanza de vida se redujo en África por la epidemia de SIDA, y en Europa del Este como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética.
Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud, entidad dependiente de Naciones Unidas, la cual especifica que el mayor aumento se registró en la región de África. En ella, la esperanza de vida aumentó en 9,4 años hasta llegar a los 60 años, debido principalmente a las mejoras en la supervivencia infantil, los progresos en la lucha contra el paludismo y la ampliación del acceso a los antirretrovíricos para el tratamiento del VIH.
A escala mundial, la esperanza de vida de los niños nacidos en 2015 era de 71,4 años (73,8 años para las niñas y 69,1 para los niños), pero las perspectivas de cada niño en particular dependen del lugar de nacimiento.
En el informe se indica que los recién nacidos de 29 países -todos ellos de ingresos altos- tienen una esperanza media de vida igual o superior a 80 años, mientras que los recién nacidos de otros 22 países -todos ellos en el África subsahariana- tienen una esperanza de vida inferior a 60 años. Por otro lado, la esperanza de vida sana, por la que se miden los años de buena salud que un niño nacido en 2015 puede esperar disfrutar, es de 63,1 años a escala mundial (64,6 años para las mujeres y 61,5 años para los hombres).
A su vez, las mujeres japonesas, cuya vida se prolonga de media 86,8 años, son las más longevas. En el caso de los hombres, es en Suiza donde más tiempo viven, con 81,3 años de media. La población de Sierra Leona tiene la esperanza de vida más baja de todo el mundo para ambos sexos: 50,8 años para las mujeres y 49,3 años para los hombres.
Fuente: Vanguardia.