La ética Galinda

Abelardo Medellín Pérez

A Enrique Galindo Ceballos no le asiste la razón, solo un profundo interés mezquino por jugar en el mismo terreno que juegan sus contrincantes: el terreno de lo inequitativo.

El alcalde de San Luis Potosí busca reelegirse en el cargo y para lograrlo está convencido de que debe (y puede) hacer campaña oficial, sin que nadie le diga lo contrario.

Luego de que el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) emitiera los lineamientos para la reelección de diputados y alcaldes para la entidad potosina, Galindo Ceballos y un grupo de vivales decidieron que las normas que pretendían una contienda más equilibrada, les estorbaban a sus planes de contender sin apego a ningún principio.

El Tribunal Electoral del Estado (TEE) resolvió que al alcalde capitalino y los demás inconformes les asistía la razón, y que no debían separarse forzosamente de sus cargos si pretendían contender por una reelección.

Puede que se una precisión y una homologación de la normativa local con consideraciones constitucionales y nacionales, sin embargo, pensado desde la perspectiva de principios democráticos, la actitud de los quejosos perturba.

Para empezar Galindo Ceballos. No bastando que su partido se encuentre en un proceso franco para descartar al resto de los contendientes por el ayuntamiento de la capital al interior de la alianza “Fuerza y Corazón por San Luis Potosí”, el alcalde capitalino se mostró reticente a dejar la silla de la alcaldía por la que pretende competir.

Por un lado, la decisión es sorpresiva, no porque Galindo sea faro de congruencia y responsabilidad civil, sino porque deja ver algo que no se espera en un candidato con tan buenas posibilidades: desconfianza en sí mismo.

Si bien el alcalde capitalino puede mentirse a si mismo diciendo que esto fue un simple intento de que se cumpliera la norma constitucional, la verdad es que pareciera que el Galindo cree que puede hacer pre campaña oficialista desde el ayuntamiento.

No podría estas más equivocado. El ayuntamiento de Galindo se ha convertido, como en todos los proyectos neo priistas, en una cámara de eco entre las cúpulas más reducidas de la sociedad potosina y en consecuencia su propaganda y mensajes mal logrados no permean con la fuerza que los cercanos al alcalde le reportan.

Quien le haya dicho que quedarse en el cargo era la mejor manera de hacer una campaña oficialista y con cargo al erario, o le miente o no le tiene fe.

Por otro lado, tenemos el miedo. Recientemente vimos en el vecino del norte, Nuevo León, que un pre candidato a la presidencia estuvo a punto de dejar su cargo como gobernador, pero regresó a último momento por no tener en orden la sucesión de su mandato. Es peligroso irse y dejar las llaves en manos de cualquiera.

Galindo Ceballos no dejaría el ayuntamiento a cualquiera, pero, para su mala suerte, cualquiera de los que integran su cuerpo edilicio estaría dispuesto a vender esas llaves a la avanzada Verde a cambio de la promesa de una mejor supervivencia política.

Todos tienen tratos bajo la mesa y duda no hay que más de uno ha negociado la silla de Galindo en palacio de gobierno estatal, quien sabe… quizá hasta el propio alcalde ha ido a ofrecer la silla.

Al fondo de este asunto que admite muchas interpretaciones, se encuentra un Galindo Ceballos que ignora los principios civilizados de la contienda democrática.

Si vas a contender y te vas a promocionar como una opción electoral de cara al 2 de junio, deberías hacerlo sin el privilegio de los micrófonos que solo te siguen porque ahora ostentas un cargo público.

Si crees que tu perfil es atractivo, que puedes hacer algo trascendente para la ciudad, como lo prometiste (hasta en Combo) en 2021, entonces deja el nombramiento al cual ya has faltado.

Galindo Ceballos tuvo la oportunidad, como oposición, de poner el ejemplo, disculparse del cargo y competir desde el inicio sin tener el aparato del municipio a su conveniencia. En su lugar, justificó a todo aquel alcalde y alcaldesa que buscara perpetrarse en el cargo como si de una auto sucesión se tratara.

El alcalde afirma tener un “marco de principios éticos políticos” muy claros y que siempre lo han acompañado. Con todo y esos principios, prefirió cuestionar la norma que aspira a la equidad en la contienda e imponer su voluntad. Ya sabemos para dónde va su campaña y para lo que ha servido su ética política.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

Skip to content