La gran farsa para nombrar Concejo Municipal para Villa de Pozos

Por Victoriano Martínez

Como si de lo que se tratara en los periodos extraordinarios a los que ha citado como despedida de su periodo constitucional, los diputados de la LXIII Legislatura ofrecieron este viernes 12 de agosto un maratón de exhibición de lo extremo de la abyección con la que se han desempeñado los últimos casi tres años.

¿Qué tan probable es que a 25 personas que supuestamente representan distintas y hasta opuestas corrientes de pensamiento se les presenten 103 opciones para elegir una con plena libertad de criterio 34 a la primera coincidan en la misma?

Sólo habiéndolo acordado con anterioridad o por haber recibido una instrucción de tal calibre que por alguna razón no pudieran desatender. En ambos casos, lo que menos cuenta es el interés de la población a la que se le usurpó el derecho de elegir a quienes conduzcan el destino de su comunidad.

En el primer caso habrían antepuesto los intereses de grupo en el que se repartieron las posiciones, en tanto que el segundo representa el máximo grado de sumisión de un poder autónomo a los intereses de quien les dio la instrucción que, acreditado está a lo largo de la actual Legislatura, es identificado como el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.

En ambos casos se trata del mismo resultado: la conformación del Concejo Municipal de Villa de Pozos no responde a las esperanzas que tenían los promotores genuinos de su municipalización porque entre negociaciones politiqueras y la sumisión de los legisladores, quienes ambicionan administrar la ahora existente riqueza poceña se salieron con la suya.

En todo jaloneo, hasta en los politiqueros, de algún modo salen a relucir las triquiñuelas presentes. En este caso fue la diputada panista Aranzazu Puente Bustindui quien exhibió la forma en que, para ella, desde su partido, el PAN, se tomó la integración del Concejo como el reparto de botín.

“El proceso panista para definir las propuestas de los miembros de este Concejo ha estado plagado de opacidad y exclusión, es evidente la mano negra de la alcaldía de la capital, quien ha intentado meter las manos en este proceso para imponer sus propios intereses, con acuerdos en lo oscurito con la dirigencia de nuestro partido”, aseguró

La queja de la diputada revela que entre los partidos de cada grupo parlamentario se dio un proceso para proponer personajes para integrar el Consejo que en ningún caso se dieron de manera abierta y, en los hechos, confirma que la aparición espontánea de la lista de 103 personas se dio en completa opacidad, salvo las propuestas ciudadanas de los poceños.

Toda una negociación en lo oscurito que en las 10 horas con 4 minutos que transcurrieron entre el inicio de la sesión extraordinaria de este viernes y su conclusión fue más el tiempo ocupado por los recesos para “preparar el material” que el de sesión efectiva, a la que sólo volvían para confirmar una y otra vez el sumiso tino para coincidir en el candidato ya negociado.

Sólo en dos ocasiones, en las votaciones para elegir los cargos de propietarios hubo ligeras discrepancias que se pueden atribuir a un error que exhibe una falla en el procedimiento y a una posible falta de acuerdo en el proceso del grupo priísta.

Al votar por segundo síndico propietario se registró un voto a favor de Nadia Esmeralda Ochoa Limón, quien –según su currículo– actualmente cursa la licenciatura en derecho, es decir, no cumple con los requisitos para ser síndica.

Si el dictamen aclara que para el caso de la Sindicatura se excluirían de la lista de candidatos a quienes no cumplieran los requisitos para el cargo, ese error de no votar por el personaje acordado revela que no se depuró la lista.

En el caso de los nombramientos de los dos síndicos, Liliana Méndez Fajardo y Gerardo Ávila Rodríguez, ambos se encuentran entre los 28 de los 103 candidatos sobre los que el Congreso del Estado no publicó sus currículos, lo que deja en duda si efectivamente cumplieron con el requisito para el cargo.

En el caso de la regiduría número doce, la votación reveló que en el proceso del PRI los acuerdos no convencieron a todos: el diputado Alejandro Leal Tovías logró cinco votos para su asesor José Miguel Martínez Medina, se coló un voto para Victor Guevara Galarza que impidió que Victor Nájera Vidales, identificado con la dirigente priísta Sara Rocha, lograra la mayoría calificada en una primera ronda de votación.

La coincidencia entre quienes se supone que piensan diferente para seleccionar en 29 votaciones con tal tino a quien ocuparía cada uno de los cargos sólo puede ser el resultado de una elección negociada con tal detalle que la prolongada sesión de este viernes fue una gran farsa para aparentar una democracia indirecta o representativa en la que no creen.

Una sesión que resultó en el espectáculo de una caricaturesca obra de teatro que resume las pifias y desatinos con los que hay llevado el proceso de municipalización de Villa de Pozos… con tal de administrar la riqueza que ahora sí hay.

INTEGRACIÓN DEL CONCEJO MUNICIPAL DE VILLA DE POZOS (Propietarios)