Estela Ambriz Delgado
A través del programa Sembrando Vida del Gobierno Federal, en los municipios de Villa de Arriaga, Villa de Reyes y Mexquitic de Carmona, los productores inscritos realizan reforestaciones comunitarias, trabajan en mejorar las condiciones del suelo y aminorar los impactos de los incendios forestales, además de que han reducido el uso de agro tóxicos, según lo informó el coordinador territorial del programa, Obed Godínez Vizuet.
El funcionario indicó que el objetivo de Sembrando Vida es incidir en el bienestar social de las familias a partir del establecimiento de los sistemas agroforestales, principalmente con la milpa intercalada con árboles frutales y la introducción de especies multipropósito leñosas en sitios de producción familiar, y habló sobre el caso concreto de tres de los municipios que se encuentran inmersos en el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Sierra de San Miguelito.
En este sentido precisó que se trabaja con los municipios Villa de Arriaga, Villa de Reyes y Mexquitic de Carmona, con un padrón de 2 mil 853 productores hasta el momento, quienes contribuyen con diversas acciones en una superficie de 7 mil 132 hectáreas en las que se implementa el programa.
Como parte de Sembrando Vida, hay un programa de reforestaciones comunitarias en áreas de uso común fuera de los predios que se han registrado, en los que se han plantado durante este año 248 mil especies nativas en 223 hectáreas en ejidos de los tres municipios, como San Luis Gonzaga y San Francisco en Villa de Arriaga.
Godínez Vizuet puntualizó que otra acción básica para el manejo de los predios registrados ha sido la regulación de la quema agrícola, promoviendo que se elimine la quema de residuos de las cosechas, para mejorar las condiciones del suelo y aminorar los impactos de los incendios forestales.
Asimismo, se promueve la transición agroecológica al reducir o regular el uso de los agro tóxicos en las unidades de producción de Sembrando Vida, donde usan alternativas agroecológicas, en este caso la aplicación de los bioinsumos producidos por los mismos sembradores en los viveros comunitarios, con lo que se reduce la contaminación de los suelos, el agua, así como la exposición de la fauna y vida silvestre a la contaminación directa por el uso de los agro tóxicos.
Además, el coordinador señaló que también han identificado que, con la reducción de los herbicidas, se permite la regeneración y aparición de diversas especies herbáceas como los quelites y otras más que aparecen en las milpas, de las que cada vez se disponía menos anteriormente.
Para concluir, hizo mención de que también se fomenta la conservación de agro biodiversidad con ferias de semillas en donde se da su intercambio para fortalecer la genética criolla nativa, sumado a la realización de actividades comunitarias como el saneamiento de cuerpos de agua, reforestaciones y limpieza áreas de uso común, así como el retiro de residuos sólidos urbanos.