Alejandro Rubín de Celis
El asunto más relevante hoy para los habitantes de San Luis Potosí no es quién será la candidata de Morena a la gubernatura o el abanderado de la coalición Sí por San Luis, o la deuda pública estatal, o la autorización para la venta del terreno que estaba destinado a la compañía automotriz Ford. El tema más importante es ─o debería ser─ el de la Sierra de San Miguelito (SSM), porque ese patrimonio común que nos ofrece indispensables servicios ambientales se debate entre ser víctima de un daño irreparable a causa de intereses empresariales o preservarlo para que siga siendo fuente de vida en sus distintas formas y expresiones, tanto humanas como medioambientales.
Ante los embates de un grupo de desarrolladores inmobiliarios para que se aprobara la urbanización de esa sierra, el 24 de mayo de 2019, en una visita de trabajo a San Luis Potosí ─y gracias a expresiones de comuneros, ejidatarios y grupos ambientalistas contra la urbanización─, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que la Sierra de San Miguelito no se toca y pidió a la SEMARNAT realizar un estudio para definir qué áreas deberían declararse como reserva ecológica en ese lugar. El estudio se encargó a la UNAM y fue supervisado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Las distintas entidades medioambientales y territoriales de carácter federal acordaron que, una vez definida la zona de reserva, se realizará una consulta pública para conocer la opinión de la población.
Por fin, el pasado 30 de enero se publicó en el Diario Oficial de la Federación el aviso con el que se informaba al público en general que quedaba a su disposición el Estudio Previo Justificativo, el cual establece que la nueva Área Natural Protegida (ANP) en la Sierra de San Miguelito está compuesta por 109 mil 638 hectáreas.
Desde hace más de dos años, y con mayor insistencia desde el pronunciamiento de AMLO, un grupo de constructores han presionado al Ayuntamiento de San Luis Potosí para que apruebe los planes de ordenamiento territorial y desarrollo urbano de la capital del estado que permitan el cambio de uso de suelo en la sierra y poder concretar, en una primera etapa, el complejo urbanístico de lujo conocido como Las Cañadas. Pero gracias a la obtención de amparos por parte de ejidatarios y grupos ecologistas y al rechazo de una parte de los miembros del Cabildo ─porque hay otra que siempre ha estado a favor y es la que ahora encabeza el alcalde interino, Alfredo Lujambio, y antes el alcalde con licencia, Xavier Nava─, esos documentos aún no se han aprobado, pese a que ha habido varios intentos por hacerlo.
Cambiar el uso de suelo en la SSM no es simplemente satisfacer intereses de unos cuantos fraccionadores, es poner en peligro un bien público que nos ofrece importantes servicios ambientales y que proporciona equilibrios necesarios en el ecosistema.
Nos referimos a la viabilidad del presente y futuro de los municipios de San Luis Potosí, Villa de Reyes, Mexquitic de Carmona y Villa de Arriaga, y al desarrollo de sus habitantes. Tiene que ver con dañar o conservar el principal pulmón del Valle de San Luis Potosí y la zona de recarga de los mantos que a diario nos proporcionan el agua que consumimos. Se trata de preservar o destruir una riqueza cultural e histórica que ya muchos investigadores han estudiado o están estudiando y que se debe socializar para que todos la conozcamos y apreciemos. Nos referimos a evitar o permitir que haya inundaciones de mayores proporciones a las que ya hemos padecido en la ciudad de San Luis Potosí, particularmente en la zona sur, a causa de la urbanización de las partes bajas de la sierra que colindan con el anillo periférico.
Tiene que ver con llenar de asfalto una porción más de la sierra y evitar las filtraciones naturales que aún se producen o promover proyectos productivos, de esparcimiento y recreación, y ecoturísticos, que beneficien a comuneros y ejidatarios y a sus familias, en torno a los cuales ya hay iniciativas. Se relaciona con proteger espacios públicos de esparcimiento y recreación como la Cañada del Lobo o de llenarlos de calles, casas y edificios lujosos a los que sólo podrán acceder unos cuantos. Se trata de rescatar o desaparecer especies de flora y fauna indispensables para mantener el equilibrio ecológico y evitar, por ejemplo, la propagación de virus como el que nos tiene en vilo a nivel mundial. Nos referimos a un espacio privilegiado que no es sólo patrimonio de los potosinos, sino de México y el mundo. De ese tamaño es la trascendencia de lo que suceda en la Sierra de San Miguelito en las próximas semanas y meses.
Por eso, es de la mayor relevancia aprovechar la convocatoria de la SEMARNAT a participar en la consulta pública. Se abrió un periodo de 30 días naturales a partir del 30 de enero para emitir nuestras opiniones y ya pasaron siete, de manera que hay que poner manos a la obra y también difundir la consulta entre familiares y amigos y con nuestros contactos en redes sociales. Las opiniones deben enviarse al correo electrónico consultasanmiguelito@conanp.gob.mx.
El Estudio Previo Justificativo, que se puede consultar aquí, es un documento técnico y por lo mismo difícil de revisar y comprender. Por fortuna, organizaciones defensoras del medio ambiente cuentan con equipos de especialistas en distintos campos relacionados con el tema y están ofreciendo apoyo e información accesible para que cualquier persona que esté interesada pueda participar.
Han diseñado un escrito en formato de Word para facilitar la entrega de opiniones a las autoridades y recomiendan anexar una serie de documentos que dan soporte a la necesaria conservación de la Sierra de San Miguelito y evitar el daño que puede provocar su urbanización.
Estas agrupaciones ya difunden en redes sociales un Instructivo con los pasos a seguir para una adecuada participación en la consulta y con números de teléfono celular para resolver cualquier duda o hacer cualquier aclaración que sea necesaria.
También ponen a disposición del público para información y orientación las siguientes páginas de Facebook: Guardianes de la Sierra de San Miguelito, Comunidad de San Juan de Guadalupe en Resistencia, La Sierra de San Miguelito Somos Todos, Ecoturismo Cerro Grande, Defendamos la Cañada del Lobo, Jóvenes Comuneros, y Comunidad Guadalupe Victoria Y La Cruz.
No desaprovechemos esta valiosa oportunidad de participar en un asunto que a todos nos afecta.
