En el Cementerio de Salt Lake City, Utah, es donde se encuentra una de las tumbas más inquietantes del mundo, una cuya lápida ha llenado de temor y curiosidad a todos los vecinos de la zona. Es inevitable no sentir un ligero escalofrío al leer la inscripción en esta piedra fría, gris y orlada con dos onagras en los lados.
“Lilly E. Gray” 1881-1958. Víctima de la bestia 666.
Un enigma digno de Sherlock Holmes que ha despertado desde hace muchos años las inquietudes detectivescas de muchas personas. Tanto es así, que existen incluso numerosas páginas en Internet intentando resolver el misterio.
La misteriosa tumba de Salt Lake City.
¿Pero por qué elegir precisamente esas líneas del Apocalipsis? Los vecinos lo tenían claro. La tal Lilly debía ser toda una acólita del diablo. Tal fenómeno suscitó, desde hace mucho tiempo, el que esta tumba fuera casi un altar de peregrinación tanto para curiosos como para fanáticos. Son muchas las veces en que los encargados del cementerio se han encontrado desde pequeños objetos que simbolizan algún que otro rito macabro realizado durante la noche, hasta infinidad de latas de cerveza de esos jóvenes que buscan la emoción y lo prohibido para pasar una noche de diversión.
Pero nada mejor que la lógica y la objetividad para desvelar las cortinas del misterio. ¿Qué datos fiables contamos a día de hoy sobre nuestra inquietante Lilly E. Gray? Los registros locales están al acceso de cualquiera, así que estas son las informaciones que muchos vecinos anónimos lograron conseguir:
- El nombre de Lilly E. Gray no estaba bien escrito en la lápida. Le sobraba una letra. Era, sencillamente, “Lily”.
- La fecha de su nacimiento tampoco era correcta. Lily nació un 4 de junio de 1880 y no el 6 de junio de 1881.
- Tenía un marido, Elmer Lewis Gray. Murió tiempo después que su esposa y su tumba, se encontraba muy, muy alejada de la de su mujer.
Entonces, ¿quién había cometido semejante error? ¿Fue quizá Elmer, su esposo? Se sabe también que esta mujer falleció a causa de un accidente de tráfico. Nada especialmente extraño, nada que alimentara demasiado la llama del misterio. Vistos estos datos poco conclusivos, muchos se detuvieron entonces en analizar la simbología de la tumba de Lily.
En ella vemos unas flores muy especiales: onagras. Impresas en una tumba suelen simbolizar el amor eterno, a la vez que la tristeza. Pero si buscamos referencias en la antigüedad, la onagra era conocida también como la “Linterna del Diablo”. Inquietante, no hay duda.
Teorías más aceptadas sobre la tumba de Lilly E. Gray.
Cabe señalar que a día de hoy, no hay nada concluyente. Aunque se sostiene una teoría muy aceptable por la mayoría de seguidores del fenómeno Lilly E. Gray. Como persona perspicaz que eres, seguro que hay un aspecto que te ha llamado la atención. ¿Por qué la tumba del marido de Lily está tan alejada de la de su esposa? No es algo habitual, no cabe duda.
La mayoría de las investigaciones más objetivas fueron en esta dirección. En averiguar quién era en realidad el señor Elmer Lewis Gray. Nuestro misterioso caballero disponía de antecedentes penales en el estado de Utah. Pero, eso sí, unos antecedentes algo curiosos. Estaba fichado por hurto, por haber robado un paraguas. Más tarde, sufrió una experiencia algo traumática. Su primera esposa falleció durante un secuestro. Al parecer las fuerzas de seguridad no actuaron bien y desde entonces el señor Elmer fue una persona muy crítica con el gobierno de los Estados Unidos.
Elmer siempre fue un hombre complicado, de carácter exacerbado y muy sarcástico. Nunca se cansó de culpar a las instituciones americanas de sus problemas, de sus preocupaciones (quizá con razón). Su ira se volvió aún más afilada en el momento en que su esposa Lily, cayó enferma y no recibía toda la ayuda social que necesitaban.
Fue el propio Elmer quien mandó la llamativa inscripción en la tumba de Lily. Fue un modo de criticar al gobierno. A la auténtica “bestia” que se había llevado la vida de su mujer…. aunque fuera a través de un accidente de tráfico.