La larga espera de Sanjuana Maldonado: una familia recupera la esperanza

Fotografía de María Ruiz

María Ruiz

Desde temprano en la mañana de este jueves 20 de junio, la familia de Sanjuana Maldonado aguardaba con ansiedad en su hotel a la espera de las noticias que cambiarían sus vidas para siempre.

Sanjuana, injustamente encarcelada durante 15 años por un delito que no cometió, esperaba un indulto que podría liberarla finalmente.

Privada de su libertad sin una investigación adecuada, sin consideración de su contexto ni perspectiva de género, su caso se convirtió en un símbolo de injusticia a nivel local.

Originarios de Charco Cercado, su familia llegó al Pleno del Congreso del Estado donde el dictamen de indulto para remitir su condena de 30 años sería sometido a votación.

La tensión en el ambiente era palpable mientras doña Saba y Chabe, madre y cuñada de Sanjuana, esperaban el resultado.

Sentadas detrás del Pleno, con los nervios que inundaban su mirada, madre e hija observaban y escuchaban dictamen tras dictamen, llenas de esperanza.

Tras casi tres horas de espera desde que llegaron al Pleno, la noticia que habían anhelado por años finalmente llegó: la aprobación del indulto para Sanjuana Maldonado.

El ambiente se llenó de júbilo, abrazos y lágrimas de gratitud. Un milagro esperado durante tanto tiempo había ocurrido. En medio de un festejo improvisado, doña Saba y Chabe no pudieron contener su emoción.

“A todas las organizaciones que se unieron a esta causa, les agradecemos de todo corazón”, expresó Chabe.

Sanjuana, con quien habían hablado antes de la votación del indulto, había manifestado su inquietud y emoción ante la posibilidad de ser liberada. Ahora, por fin podrá disfrutar de su familia y recuperar parte de los años perdidos.

Doña Saba, al borde de las lágrimas, comentó que estos 15 años han sido un proceso de mucho dolor y sufrimiento para su familia, y por supuesto para ella como madre, al ver la injusticia a la que fue sometida su hija.

“A veces no podíamos estar con ella porque estaba muy lejos, en Valles, y eso nos partía el alma”.

Cuando se les pidió su opinión sobre la inmediata liberación de Sanjuana, doña Saba respondió con una mezcla de gratitud y alivio su satisfacción de poder volver a ver el rostro de su hija en libertad; agradeció a las y los legisladores su voto para que el indulto de Sanjuana fuera una realidad.

“No sabíamos cómo acudir a buscar justicia, pero siempre tuvimos fe de que este día llegaría. Siempre tuvimos la fe de que esto tarde o temprano iba a pasar”, afirmó.

Respecto al regreso de Sanjuana y su reencuentro con sus hijos, doña Saba y Chabe señalaron que será un proceso lleno de amor y recuperación de tiempo, de risas perdidas, de abrazos y consuelo que tanto necesitan.

“Poder abrazarla y hablar con ella en libertad es algo que hemos esperado por mucho tiempo. Nos emociona estar con ella, sin que nada se interponga, que pueda estar con sus hijos y con toda su familia. No cabemos de gusto y emoción, es algo indescriptible”.

Este 20 de junio no solo marcó la liberación de Sanjuana Maldonado, sino también el triunfo de una familia que nunca perdió la esperanza y de una comunidad que se unió para luchar contra la injusticia.

La vida que le arrebataron por tantos años comenzará a ser restaurada, y aunque el camino hacia la recuperación será largo, lo recorrerán juntos, con amor y determinación, como lo señaló doña Saba, mientras salía del Pleno de Congreso del Estado para poder viajar y reencontrarse con su hija.

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