Antonio González Vázquez
El trabajo legislativo de los diputados de la LXII legislatura del Congreso del Estado, ha sido de tan de bajo nivel como el de sus antecesores, cuyo período legislativo es recordado por el escándalo de la “Ecuación Corrupta”: ambas casi igual de improductivas respecto en el desahogo de las iniciativas de ley.
Previo al cierre primer período ordinario de sesiones correspondiente al tercer año de ejercicio legal de la LXII legislatura, los representantes populares ya superaron las mil 500 iniciativas de ley presentadas, con lo cual, rebasan a los ex congresistas.
No obstante, en cuanto a su productividad, ambas legislaturas van de la mano, ya que en materia de rezago de propuestas de leyes, reformas o adiciones de las mismas, la diferencia es mínima entre una y otra
La pasada legislatura concluyó su encargo con mil 503 iniciativas, de las cuales, 674 quedaron con estatus de pendientes y 607 del total fueron aprobadas, lo que representa el 40.38 por ciento, en tanto el rezago fue de 44.84 por ciento.
Al día 3 de diciembre, la LXII legislatura, acumulaba mil 510 iniciativas, de las cuales 707 se reportan pendientes, lo que implica un rezago de 42.82 por ciento, mientras que del total, 557 han sido aprobadas, lo que representa el 36.88 por ciento.
La actual diputación, en el arranque de su ejercicio legal 2018-2021, ofreció dignificar la imagen del Congreso del Estado, misma que había quedado muy lastimada por el escándalo de corrupción entre algunos diputados y personal de la Auditoría Superior del Estado, quienes se habían dedicado a limpiar cuentas públicas de ayuntamientos.
También se comprometieron a trabajar con empeño, a fin de impedir que el rezago legislativo creciera en una proporción semejante a la observada en sus antecesores, pero de acuerdo con sus propios indicadores, no lo han cumplido.
Ya superaron las mil 510 iniciativas presentadas hasta la primera sesión del mes de diciembre, por lo que para el último período de sesiones ordinarias que iniciará en febrero del año próximo, es factible que alcancen las dos mil iniciativas a las que se da entrada.
Lo anterior, se refleja en el fenómeno de “iniciativitis”, según el cual, los diputados pretenden hacer creer que trabajan mucho habida cuenta de que presentan una cantidad ingente de iniciativas, aunque la mayoría de éstas no llegan a ser dictaminadas.