Por Victoriano Martínez
De 2003 a 2006, San Luis Potosí tuvo como personaje a un presidente municipal que se le conoció como el alcalde chiquito. De 2021 a 2024, el presidente municipal ya se ha probado, en sus poco más de cien días, tres calificativos que sería muy posible que sus diseñadores de imagen pudieran considerar: el alcalde dóSíl, reSígnado y disSíplinado.
¡Qué importa la ortografía! Que se preparen los maestros de primaria, secundaria, preparatoria, profesional y hasta los de Ciencias de la Comunicación para explicarle a sus estudiantes que las nuevas patrullas municipales no exhiben una falta de ortografía, sino los extremos denigrantes a los que puede llegar el tamaño del ego de un alcalde envileSído.
Octavio Pedroza Gaytán, el ex candidato a gobernador por la coalición Sí por San Luis, fue el alcalde chiquito. Enrique Galindo Ceballos fue el candidato a la alcaldía por la misma coalición. Quizá la coincidencia de haber visto al alcalde chiquito con el ahora alcalde aún inSíerto unidos como combo electorero en las pasadas campañas haya sido un presagio de lo que hoy se ve.
Galindo Ceballos le siguió muy pronto los pasos al alcalde chiquito y ya lo superó con mucho al convertirse voluntaria y sumisamente en el refresco para acompañar al pollo que había que evitar pedir por estar echado a perder.
Hoy seguidor ciego de la gallardía, Galindo Ceballos adora la oscuridad y, aunque dijo que con la creación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana “se fomenta la prevención social en seguridad, con una importante participación de las comunidades”, no hay lugar donde la comunidad que gobierna pueda conocer los cambios que se realizaron a varios reglamentos.
Con cada acción que emprende, así la promocione como actos en favor de la población, Galindo Ceballos exhibe que comparte con el gobernador Ricardo Gallardo Cardona todo, incluida su férrea vocación por la opacidad. Ni el video de la sesión de Cabildo en la que aprobaron los cambios a los reglamentos se había montado en el sitio Web del Ayuntamiento hasta entrada esta madrugada.
Tan alineado está con la opacidad característica de este sexenio, que aunque primero compartió con los medios en su agenda la asistencia a la “Presentación de la Guardia Civil (Cancha aeromodelismo Tangamanga I)”, enseguida la modificó para eliminar ese evento.
Es probable que cuando se envió por primera vez aún no le llegaba la señal de que no se presentaba a la Guardia Civil, sino que se trataba de la presentación de la iniciativa y, además, que se haría en privado, es decir, con el sello del sexenio, en la opacidad.
Ni la iniciativa presentada por Gallardo Cardona al Congreso del Estado, ni los reglamentos aprobados por el Cabildo en su sesión de este viernes pueden ser consultados por los directamente relacionados con sus efectos: la población que pasó de un 76.8 que vivía con miedo antes de su llegada, a un 81.3 por ciento con miedo en los primeros tres meses de los dos nuevos gobernantes.
Más de un potosino tiene curiosidad por conocer los detalles de la solución mágica a la inseguridad que se plantea en esos documentos secretos.
“Nos estamos equipando para ganar la batalla contra la delincuencia, con tecnología, equipamiento y mucha capacitación tendremos la mejor Policía del país con la Guardia Civil”, aseguró Gallardo Cardona. Tras el resultado de los recientes operativos emprendidos contra la delincuencia debe tener muy preocupados a más de un policía ministerial o de investigación.
Tras los pasos de Gallardo Cardona, Galindo Ceballos expuso el efecto de su conjuro secreto contra la inseguridad: “Hoy este reglamento nos pone al nivel de las mejores policías de ciudades en el mundo”. Se voló la barda.
Y es que cuando se antepone el ego, se pierde el foco sobre la atención seria a sus responsabilidades.
Es muy probable que ya haya más de un vivales que tenga lista, o esté por terminarla, una propuesta para confeccionarles un traje a la medida con una tela invisible… ¡y el riesgo es que se compren varios!