La opacidad y el arte de hacerse tontos

Por Victoriano Martínez

“La inversión en FENAPO fue mínima, o sea, restaurar toda una feria no costó ni 60 millones de pesos; 70 y tantos millones de pesos fue lo que gastamos, entonces cómo para qué reservaron, es algo muy tonto, voy a revisarlo”, dijo el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, según una nota en Pulso, sobre el amparo de la SEDUVOP para evitar entregar información pública.

Poco faltó para que dijera “no costó ni 60 millones de pesos; no, menos, 70 y tantos”.

Lo grave es que esa expresión entra en el esquema que ha replicado en lo que va del sexenio cada vez que se le cuestiona sobre la falta de transparencia sobre las obras y adquisiciones: se asume muy transparente, gira instrucciones a sus funcionarios a que también lo sean y difundan la información, y éstos –muy desobedientes– hasta la declaran reservada. Tres casos:

Uno. Pasó con la compra de patrullas para la Guardia Civil Estatal. En abril de 2022, prácticamente ordenó a la Oficialía Mayor publicar los contratos sobre la compra de patrullas y el 16 de mayo de ese mismo año se comprometió públicamente a difundir los montos, contratos y empresas relacionadas con la adquisición de las nuevas patrullas la siguiente semana.

Tras 17 solicitudes de información presentadas por Astrolabio Diario Digital sin respuesta, el 16 de noviembre de 2022, la Oficialía Mayor emitió el Acuerdo de Reserva 01/2022 para mantener oculta la información hasta 2027.

El acuerdo de reserva se conoció públicamente hasta el 12 de abril de 2023, y la reacción de Gallardo Cardona simplemente decir que desconocía la existencia del acuerdo de reserva y reafirmar su voluntad de transparencia. “No lo sé, lo desconozco, ellos tienen la indicación de sacarla siempre”, dijo.

Han pasado más de dos años, y la información relacionada con la compra de las patrullas todavía no logran sacarla, se mantiene oculta.

Dos. Pasó con la remodelación del Parque Tangamanga I. Gallardo Cardona se hizo el desentendido sobre la opacidad mientras Leticia Vargas Tinajero daba palos de ciego para argumentar por qué negaba la información: que van desde asegurar que los empresarios se lo pidieron, hasta emitir un acuerdo de reserva que… ¡también se reservó!

El acuerdo de reserva se dio luego de que la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) revocó una de las respuestas sobre la que se presentó el recurso de revisión, para simular el cumplimiento de la resolución.

Ante un nuevo requerimiento de la CEGAIP para que entregara la información, la SEDUVOP incumplió, por lo que se tendrá que tomar una medida de apremio que, según señaló el organismo garante, se tomará un acuerdo en el que se la aplicará una multa.

Si se trata de parques, lo mismo pasó con las obras en el Tangamanga II y en el de Las Camelias, en Matehuala. Y mientras tanto, Gallardo Cardona insistía en negar la opacidad.

Tres. Pasó con la remodelación de las instalaciones de la FENAPO y los costos que tuvo el Teatro del Pueblo.

Sobre los gastos, contratos y adquisiciones de la edición 2022, se dio el caso incluso de que la solicitud de información “se pudo haber traspapelado por ahí y no se pudo haber llevado el proceso debido”.

La postura de Gallardo Cardona: “ya deberían de apresurarse para que les den los números, pero vuelvo a repetirlo, fue una feria que no costó, que no tuvo egresos por parte de la Fenapo, no cobramos, fue una feria gratuita”.

Sobre costos, contratos y empresas relacionadas con la remodelación de las instalaciones de la FENAPO, en caso corrió la misma ruta que el del Parque Tangamanga I con un inverosímil paso más adelante: la SEDUVOP solicitó un juicio de amparo contra el requerimiento de la entrega de la información tras declarar incumplida su resolución.

Son tres ejemplos… y lo mismo pasa con muchos otros casos.

Gallardo Cardona se asume como un gobernador que se pronuncia por que se transparente todo, sus funcionarios hacen exactamente lo contrario y él no se da por enterado de que desobedecen sus instrucciones y contradicen su convicción.

O se trata del traslado del esquema del policía bueno y el policía malo aplicado al tema de la transparencia gubernamental, una simulación para ocultar la información; o Gallardo Cardona aparenta tolerar que le vean la cara de tonto con tal de mantener oculta la información, o de plano sí le ven la cara de tonto.

El caso es que en la aplicación de su principio de máxima opacidad no dudan en hacerse tontos.

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