El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
Hay cosas que no se pueden dar por decreto, aunque lo normal sea que así tendría que ocurrir. Más cuando la intención del decreto parece provenir de una ocurrencia que, justificada o no, no se acompaña de una fundamentación y motivación ni de análisis y estudios que prevean las medidas necesarias para que resulte funcional. Un chispazo más del gober ocurrente que en esta ocasión se topa con grupos empresariales que privilegian la ganancia antes que el servicio al cliente. Los estacionamientos que tendrían que ser un gesto de cortesía a los clientes que los favorecen con su consumo los han convertido en una fuente más de ingresos. Pago por entrar a comprar. Tan lo han convertido en un negocio accesorio, que ante la reforma que busca la gratuidad de los estacionamientos en algunos centros comerciales comenzaron a promocionar las ventajas de un estacionamiento de paga: accesos y salidas monitoreadas, seguro con cobertura de robo total, seguro de responsabilidad civil, vigilancia 24/7, disponibilidad de cajones, asistencia vial básica, limpieza y mantenimiento del área. En oposición, si no es de paga, todo eso se perdería. ¡Vaya servicio al cliente! Casi una amenaza al estilo del franelero que en la calle ofrece la lavada y al no aceptarla al regresar se encuentre el vehículo con algún daño. ¿Franeleros de cuello blanco?