La prueba para la Guardia Civil

Por Victoriano Martínez

Unas horas antes de que el Congreso del Estado diera por creada la Guardia Civil Estatal con el simple cambio de nombre para la Dirección General de Seguridad Pública del Estado, en “La Mañanera” la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez, exhibía a San Luis Potosí como una entidad con más homicidios dolosos que la Ciudad de México.

Mientras en los dos primeros meses del año se registraron en San Luis Potosí 111 homicidios dolosos, en la Ciudad de México hubo 103.

Una diferencia que podría parecer no muy grande si se le considera en números absolutos. No obstante, si se considera que en la capital del país, de acuerdo con el INEGI, habitan 9 millones 209 mil 944 personas contra las 2 millones 822 mil 255 que hay en el Estado, la diferencia resulta alarmante.

En San Luis Potosí, la incidencia de asesinatos resulta de 3.93 casos por cada cien mil habitantes entre enero y febrero, en tanto que en la Ciudad de México ocurrieron 1.1 ejecuciones por cada cien mil habitantes.

En términos relativos, en cuanto al riesgo de ser víctima de homicidio doloso, resulta 3.5 veces más peligroso vivir en San Luis Potosí que en la capital del país.

Si se trata de víctimas de violencia, la comparación en cuanto al número de personas que padecieron lesiones dolosas entre enero y febrero, la situación no resulta muy diferente.

Mientras en los dos primeros meses del año se registraron en San Luis Potosí 567 víctimas de lesiones dolosas, en la Ciudad de México hubo 761.

En San Luis Potosí la incidencia de víctimas de lesiones dolosas es de 20.09 casos por cada cien mil habitantes, en tanto que en la Ciudad de México es de 8.26, lo que representa que en el Estado es 2.43 veces mayor el riesgo de una agresión física que en la capital del país.

Si comparado con la entidad con mayor densidad de población, San Luis Potosí resulta más peligroso, comparado con el estado con el mayor número de homicidios en los últimos dos meses, que fue Guanajuato con 484 víctimas, en la incidencia por cada cien mil habitantes aquí resulta 1.99 veces más seguro.

Esa misma comparación, con el Estado de Yucatán, que reportó nueve homicidios dolosos entre enero y febrero, es decir, una incidencia de 0.39 casos por cada cien mil habitantes, San Luis Potosí resulta 51 veces más peligroso que aquella entidad.

No se trata de comparaciones como para comenzar a hacer maletas y cambiar de residencia al sitio relativamente más seguro, sino para dimensionar el punto en el que se encuentra San Luis Potosí en materia de inseguridad, sobre todo cuando se presume el cambio de nombre a la corporación que debe garantizarla como la estrategia que revertirá dos sexenios de incremento en la violencia.

Mal comienza el año en los indicadores de esa violencia: el número de homicidios dolosos pasó de 1.3 en enero a 1.9 ejecuciones diarias en febrero, en tanto que el número de víctimas de lesiones dolosas pasó de 9.48 en enero a 9.75 al día en febrero.

Que la Dirección General de Seguridad Pública del Estado hoy haya amanecido rebautizada formalmente por el Congreso del Estado como Guardia Civil Estatal poco tiene aún que ver con que se haya adoptado una estrategia que disminuya la inseguridad, porque la prueba de que efectivamente haya sido así es lograr una tendencia consistente a la baja en la incidencia delictiva.

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