Antonio González Vázquez
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí se metió en un laberinto del que no encuentra cómo salir.
El pasado 21 de noviembre, Astrolabio Diario Digital publicó una noticia que cimbró el despacho de Rectoría. Desde entonces, la institución se encuentra bajo una sombra de sospecha.
La centenaria institución fue alcanzada por un escándalo inédito: el arrendamiento de un predio para la construcción de una plaza comercial con fachada de centro deportivo.
La revelación del periodista Carlos Rubio provocó reacciones titubeantes del rector Alejandro Javier Zermeño Guerra.
No esperaba una sacudida así.
Del Distrito Santa Fe no se sabe con certeza si será plaza comercial o centro deportivo, la institución dice una cosa y los planos del proyecto de la empresa Distribuidora VEM S.A de C.V, muestran otra.
La UASLP no ha aclarado rigurosamente el dilema, mientras que la empresa se mantiene en silencio.
Primero, Zermeño Guerra no desmintió la revelación noticiosa, luego reconoció que habría otro proyecto que él desconocía, después, que el contrato sería analizado y luego, aventuró que se podría rescindir el convenio originalmente aprobado por el Consejo Directivo Universitario.
Rentar un predio de seis hectáreas en la Zona Dorada de la capital por una bicoca y conformarse con una serie de presuntos beneficios para la comunidad universitaria, resulta indignante y reprobable.
Del total de la superficie, apenas diez por ciento contempla instalaciones deportivas, el resto para locales comerciales de dimensiones diversas.
La UASLP recibirá en pago 3 millones 450 mil pesos anuales durante dos décadas, lo cual es una auténtica ganga pues en esa zona de Las Lomas, la renta de un predio similar por metro cuadrado oscila entre los 100 y 150 pesos. La empresa rentará a un precio diez veces menor al promedio.
El predio ubicado en la zona aledaña a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, entre las calles Cordillera Karakorum, Real de Lomas y Villa de Guadalupe, fue donado a la universidad para el desarrollo de sus actividades educativas, de investigación y deportivas.
No se lo cedieron para que lo rente y saque dividendos económicos, menos si éstos son tan raquíticos que concitan la sospecha de enjuagues oscuros. El tema se habría mantenido en bajo perfil de no ser porque la empresa andaba ofreciendo espacios en renta para una plaza comercial.
El negocio encontró de inmediato críticas y hasta el chascarrillo de que “chamaquearon” al rector Zermeño.
¿Quiénes se atreverían a engañarlo, acaso el rector puede pasar por ingenuo o desinformado?
El contrato celebrado el 12 de abril de 2024, fue firmado por parte de la universidad por el entonces abogado general de la institución, Martín Joel González de Anda, quien en mayo dejó el cargo a Urenda Queletzú Navarro Sánchez.
La salida del funcionario ocurrió como parte de una serie de enroques y cambios, que Zermeño Guerra tenía previstos luego de ser relecto al segundo mandato.
“Esto no es ningún despido, ni mucho menos, son movimientos internos y se van a seguir haciendo porque nuestro objetivo es tener una universidad renovada”, justificó el rector.
Luego entonces, el abogado no fue despedido por haber observado un mal desempeño, pero ahora lo que se hace necesario es pasar a revisión la actuación de González de Anda en el tema del Distrito Santa Fe.
En su más reciente declaración sobre el caso, el rector dijo que se está analizando el contrato suscrito y adelantó que, si la empresa no cumple lo pactado, bien se puede rescindir.
Zermeño Guerra tiene la salida del laberinto en el que se metió: dar término al contrato.
Sin embargo, es una solución tardía e insuficiente luego de que la institución ha sido manchada en su honorabilidad.
Hacer cosas buenas que parezcan malas no es propio de una entidad pública de educación superior, que va por su segundo centenario de existencia.
El affaire Santa Fe surgió a ocho meses de la reelección del rector que había ofrecido conducir a la institución a su fortalecimiento, pero en los hechos la ha llevado a uno de sus episodios más lastimosos.
Zermeño Guerra mantiene un rectorado débil frente a las circunstancias que le ha tocado enfrentar, como la hostil conducta del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, quien en reiteradas ocasiones ha externado su falta de respeto a la institución sin que haya recibido respuesta firme de rectoría.
Ha tolerado la mezquina entrega de recursos públicos que le corresponden a la institución por parte del gobierno estatal.
La UASLP también fue motivo de severas críticas por haber otorgado, presuntamente por conflicto de interés el doctorado honoris causa al Auditor Superior de la Federación David Colmenares Páramo y Emilio Barriga Delgado, encargado del área de Auditoría Especial de Gasto Federalizado.
Los condecorados le habían aprobado las cuentas públicas a la institución.
En contraste, mantiene pleito legal con el Instituto de Fiscalización Superior del Estado al negarse a ser auditado por esa instancia en lo relativo a los recursos estatales.
En ese contexto, el proyecto Santa Fe viene a contribuir a la percepción de que en la universidad las cosas no marchan bien.
Lo conveniente es rescindir el contrato y que el predio sea utilizado para ampliar la infraestructura educativa. La universidad no es una inmobiliaria o un negocio de bienes y raíces.
Necesitará de recursos económicos de los que hoy carece, eso está claro. Qué los busque, qué gestione y haga la labor que corresponda a nivel federal y local, sino entonces para qué se reeligió.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.