Por Victoriano Martínez
Desde el pasado lunes 10 de abril debió llegar al escritorio del gobernador Ricardo Gallardo Cardona una petición formal por escrito para que intervenga para gestionar ante el presidente Andrés Manuel López Obrador la emisión del Programa de Manejo que proteja efectivamente el Área Natural Protegida (ANP) de la Sierra de Álvarez.
La entrega del documento, como parte de la campaña ¡Protejamos la Sierra de Álvarez, Tesoro Potosino! promovida por la agrupación Cambio de Ruta, marcó el arranque de una colecta de firmas a través de la plataforma Change.org que a la noche de este miércoles ya había conseguido 50 mil 320, y aparecía con el aviso “Al lograr las 75,000 firmas, esta petición es una de las más firmadas”.
Junto con la Sierra de San Miguelito, la Sierra de Álvarez forma parte de los dos principales pulmones de la ciudad y, a diferencia de la primera que apenas hoy cumple 16 meses de haber sido declarada ANP, la de Álvarez cumplió 42 años este 7 de abril… y sin plan de manejo.
Han pasado 26 años de gobiernos priístas, 12 de gobiernos panistas y cuatro de un gobierno morenista en el ámbito federal, en tanto 34 años de gobiernos estatales priístas, 6 años de uno panista y va año y medio de uno presuntamente ecologista… y no se ven acciones a favor de que la Sierra de Álvarez cuenta con un plan de manejo.
En tres días ya hay más de 50 mil firmas –y no dejan de acumularse– que respaldan la petición a Gallardo Cardona, quien bien podría mañana viernes aprovechar la visita prevista por López Obrador al Estado para plantearle públicamente la petición.
Con suerte, López Obrador podría hacer una consulta a mano alzada para saber si la gente quiere que se proteja esa ANP y termine con un planteamiento que, aunque no podría ser “la Sierra no se toca” porque en 42 años ha sido muy afectada, la consigna pudiera ser “la Sierra de Álvarez se rescata”.
En el planteamiento presentado al gobierno estatal, se propone que el plan de manejo contenga cuando menos ocho medidas urgentes de protección a la Sierra de Álvarez que van desde su delimitación precisa con mojoneras y señalamientos visibles, hasta la prohibición de actividades contaminantes y medidas de protección de su flora y fauna.
Las peticiones al gobernador son cuatro: pedir al presidente que instruya a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (1) que informe el estado actual de la Sierra de Álvarez, (2) informar en qué etapa de realización se encuentra su programa de manejo. Los dos puntos siguientes son:
“3. Gestione ante el gobierno federal la inmediata instalación de una mesa colegiada en la que participen SEMARNAT, CONANP, organizaciones de la sociedad civil, la academia, pobladores de la zona, entre otros interesados a fin de que tengan reuniones periódicas de trabajo, para lograr a corto plazo la protección y el establecimiento de un plan de manejo del ANP de Sierra de Álvarez.
“4. Invite al presidente de la República para que acompañado de usted gobernador del estado, guiados por pobladores de la zona, hagan un recorrido a los principales lugares del ANP de Sierra de Álvarez en donde se aprecian sus maravillas naturales, así como las partes en donde se advierte la devastación que sufre constantemente”.
No es la primera vez que se realiza una colecta de firmas a favor de la Sierra de Álvarez. El 12 de abril de 2019, Cambio de Ruta entregó 14 mil 54 firmas al gobernador Juan Manuel Carreras López con prácticamente las mismas peticiones. No hubo ninguna acción por parte del entonces mandatario.
En aquella ocasión la meta fueron 10 mil firmas y la colecta se realizó en forma física. La meta se rebasó en un 40.54 por ciento. Ahora que se ha utilizado la plataforma Change.org, la meta es creciente en tanto la respuesta de la población se ha vuelto masiva y, después de tres días, se ve la posibilidad de llegar a las 75 mil.
En ambos casos, el primero por el esfuerzo que representó la colecta y el segundo por la respuesta masiva, se muestra el interés de la población por los temas de protección del ambiente.
El primer caso dio cuenta del contraste con una autoridad insensible que omitió hasta responder al escrito. El segundo pone a prueba a un gobernador de afiliación presuntamente ecologista y que este viernes tendrá la oportunidad de demostrar que efectivamente lo es.